XVII

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Todo lo que se llevaba a la boca lo vomitaba. Hacía un par de semanas que estaba con la duda, pero tenía miedo. No porque sus padres su lo fueran a tomar mal, al contrario, sino porque no sabía si su novio lo apoyaría como le había prometido.

Kim Seokjin siempre había sido una persona independiente, nunca necesitó de un hombre a su lado para sentirse realizado. Sin embargo, tener a Namjoon cerca lo hacía sentir tan bien, tan seguro y amado, que la mera ilusión de compartir este momento juntos hacía que su corazón quisiera salir corriendo de su pecho.

No pudo dejar de pensar en que tal vez las cosas se iban a poner difíciles cuando dirección se enterara de su embarazo y cuando supieran quién era el padre. Cierto era que Seokjin tenía un currículum impecable, pero temía que sus papeles se mancharan si sus superiores decidían que su embarazo era éticamente incorrecto.

Ese día se excusó de un par de reuniones para poder correr a la farmacia y comprar una maldita prueba de embarazo. Llegó a su departamento en dos segundos para encerrarse en el baño y hacerse la prueba. Los quince minutos de espera fueron una tortura, ya tenía a mano el número de su médico de cabecera, de su madre y de Namjoon, pero no sabía a quién llamar primero...

Se prometió que, pasara lo que pasara, iba a mantener la serenidad.


—Quiero pedirle a Tae que sea mi novio, pero no sé cómo hacerlo —rezongó dejando caer su cabeza bruscamente sobre los papeles —. ¿Cómo se lo pediste a Jinnie?

—Lo invité a cenar, soy un hombre de clásicos —murmuró sin dejar de teclear en su portátil.

—Eres inservible —bufó retomando las pruebas que revisaba.

—No puedo creer que hasta ya te hayas tragado su semen y aún no te atreves a pedirle que sea tu novio.

—Ey Namjoon —murmuró lanzándole una goma de borrar al rostro —, el director no te escuchó, tal vez DEBERÍAS GRITARLO MÁS FUERTE LA PRÓXIMA VEZ.

—Lo siento —se excusó cerrando su portátil con brusquedad —, estoy algo... preocupado.

Hoseok se extrañó ante la mirada demacrada de su amigo. Namjoon era una persona risueña, quien no se hacía demasiado problema por las cosas y quien siempre resolvía los problemas con la mejor actitud. Verlo así de cabizbajo sólo se daba cuando él y Seokjin tenían problemas.

Oh-oh

—¿Qué pasa ahora? ¿Peleaste de nuevo con el idiota de mi amigo?

Namjoon le sostuvo la mirada por unos segundos, inseguro sobre si contarle o no lo que pasaba:

—Terminamos —le dijo mordiéndose los labios con fuerza —, bueno... él terminó conmigo.

Hobi tuvo que tomarse unos segundos para procesar lo que acababa de escuchar, era imposible que Seokjin hiciera esto sin contarle antes... algo grave tenía que haber pasado.

—Pero ¿por qué? ¿qué pasó? ¿por eso no vino a trabajar hoy?

—Supongo que sí —suspiró pesadamente —, anoche me llamó para decirme que tenía que hablar de algo importante conmigo... joder, pensé que me propondría matrimonio —sollozó limpiándose una lágrima con la punta de sus dedos —. Soy un maldito sentimental.

—¿Terminó contigo por teléfono? —chilló demasiado agudo.

—Shhh, baja la voz.

—Joonie... —Hoseok estiró su mano para acariciar el brazo de Namjoon con suavidad —. Estoy seguro que volverán, no sé qué le pasará a Seokjin, pero te aseguro que te ama.

Un padre dedicado - HOPEV {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora