Kim Taehyung llega con su hija a una escuela en un localidad remota, escapando de su vida familiar tormentosa y de un matrimonio fracasado. Quiere darle a su hija una mejor calidad de vida y, ¿por qué no una familia nueva?
Todo sigue de acuerdo a su...
Hoseok no había vuelto a hacerle la pregunta. Los días pasaban y su novio solo actuaba como siempre lo hacía, dulce, preocupado, atento, todo, pero Taehyung sentía que tal vez su negativa a responder la propuesta, había hecho que sus corazones se distanciaran un poco. Era su culpa, obviamente, Hoseok le había propuesto matrimonio y él, inconscientemente, lo había rechazado.
Luego de contarle todo lo que conversó con Yoongi, Taehyung tuvo que rogarle a su novio que olvidara lo que había pasado porque Hoseok no quería más que partirle la cara a Min Yoongi por haber puesto en peligro a su familia. Las últimas semanas habían sido difíciles y, si bien Taehyung se esforzaba por mejorar su relación, sentía que habían muchas cosas que podía hacer de forma diferente para reforzar el lazo que tenían y que se había visto debilitado por los últimos eventos en sus vidas.
Debía hacer algo por su novio, era él quien siempre lo daba todo por la relación. Taehyung no podía seguir siendo pasivo con sus sentimientos, no podía seguir hiriendo de esa forma a la persona que amaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoseok miró la pantalla de su móvil sin poder creer lo que veía. Un golpe de adrenalina le corría por las venas, estaba en reunión de trabajo con los directivos de la academia, pero no podía dejar de pensar en el cabello de su novio, su hermoso lunar, su clavícula expuesta, tan sabrosa, tan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Hoseok, ¿estás bien? Te ves pálido —preguntó Namjoon.
—S-sí, solo necesito un poco de aire, ya vuelvo —dijo poniéndose de pie algo acalorado —. Sigan por favor, no me tardo —se disculpó.
Corrió rápidamente al baño a mirar nuevamente la foto que le había aparecido en su tl, no podía creer lo afortunado que era de tener a ese ser para sí mismo.
Buscó su contacto en la lista de últimos llamados y marcó sin pensarlo demasiado.
—Hobi... ¿Pasa algo?—contestó la voz de su amado.
—Cariño, ¿estás en casa? ¿Está todo bien? —preguntó aflojándose los botones del cuello de su camisa.