XXV

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Se sentía observado. Cada paso que daba, cada movimiento era minuciosamente evaluado, como si estuviera a prueba... como si estuvieran buscando que cometiera un error, una excusa para deshacerse de él. Lo sabía muy bien.

Entró a la oficina de su jefe luego de que Rossy le avisara que lo necesitaban con urgencia.

—Jung Hoseok, me alegra que vuelvas —le dijo el director con una sonrisa que no llegaba a los ojos. El hombre se puso de pie para estrecharle la mano e indicarle que tomara asiento frente a él —. Veo que te recuperaste bien, ¿cuántos meses estuviste fuera? ¿Dos, tres?

—Seis semanas —respondió a secas.

—Hmmm, cierto, cierto —el hombre se dejó caer en el sofá de cuero color caoba que se extendía en medio de su oficina —. El Sr. Choi tuvo que rebuscárselas para encontrar quién pudiera reemplazar tu reemplazo, Hoseok. Fue difícil, pero no imposible, afortunadamente todos los talleres están funcionando con normalidad.

—Me alegra oírlo.

—Nunca nos había pasado que un reemplazo tuviera que ser reemplazado —carcajeó sarcástico— para la próxima nos avisas, ¿sí? Ya sabes, hay mucho que programar con la ausencia de un docente.

—Se oye como si mi ausencia hubieran sido vacaciones planeadas.

—Oh, no, no me malinterpretes —dijo con una mueca sínica—, todos estamos muy consternados por lo que pasó y créeme que estoy muy feliz de que ya estés recuperado. Pero... tienes que entender que la prioridad siempre serán los estudiantes y la continuidad de sus programas escolares. Cortar ahora el ritmo que les costó retomar sería... hmmm, complejo.

—¿Esta es su forma de decirme que estoy despedido? Sabe que es ilegal correr a alguien por tener un permiso por accidente.

—No te estoy despidiendo Hoseok, por supuesto que sé que es ilegal —acomodó sus gafas seriamente dándole una mirada carente de afecto —, pero es mi forma sutil de aconsejarte que dimitas. 

—No voy a renunciar, necesito este trabajo —replicó alarmado.

—No quería tener que llegar a esto, pero —se dirigió a su escritorio para sacar una carpeta atiborrada de papeles —. Todos los docentes han declarado que tienes una relación con un mpreg, quien además es padre de una de nuestras estudiantes... y no solo eso, te han visto con él aquí en la escuela.

—¿Desde cuándo está prohibido tener pareja? —demandó ofuscado —. Sí, Kim Taehyung es mi novio, pero esa no es razón suficiente para echarme.

—¿Entonces no niegas que te has acostado con él en horario laboral en la oficina de la profesora a quien reemplazas? —soltó lanzando la carpeta sobre la mesa de centro.

—Yo...

—Vamos Hoseok, hasta Rossy los vio, ella tiene todo el detalle de cuántas veces y cada cuánto venía a visitarte el Sr. Kim a tu oficina, ¿crees que eso es normal?

—¿Ro-Rossy...?

—¿Qué esperabas? ¿Que la recepcionista no se diera cuenta? Por favor, pensé que eras más inteligente, ¿no dijiste que tus padres son doctores?

Estaba acorralado, el Sr. Choi y el Director estaban logrando lo que querían desde que supieron del embarazo de Seokjin, él lo sabía. ¿Debía seguir aferrándose a su trabajo o debía dar un paso al costado?

—Si te vas sin mucho escándalo, esto no quedará como un mal registro en tu hoja docente, ¿te parece? Podemos decir que te fuiste por razones personales. Es la mejor oferta que recibirás —finalizó el Director entregándole un documento para que firmara su renuncia en el acto.

Un padre dedicado - HOPEV {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora