epílogo

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—Chicos —interrumpió Jungkook con una niña en un brazo y un bebé en el otro —. Llevaremos a Luna a dormir con nosotros para que disfruten su primera noche de casados, ya se quedó dormida —dijo apuntando a la niña —, impresionante considerando que se tomó cinco litros de gaseosa.

—Gracias chicos, espero les guste la habitación que escogí para ustedes —agregó Hoseok acariciando suavemente la cabellera de su pequeña bella durmiente.

—Fue muy amable de tu parte, Haru odia viajar en auto así que esta noche podremos descansar para partir mañana temprano, ustedes pásenlo bien, ¿ok? —Jimin los miraba con nada más que amor en sus ojos —.Espero mi amigo ya esté encinta para mañana, ¿me escuchaste? —refunfuñó enterrando su dedo en el pecho de Hoseok —. Haru y Hwan necesitan un amiguito para ser los tres mosqueteros.

—Jimin... —murmuró Tae rodando los ojos.

—Aysh, lo dices como si te molestara que te llenaran el culo de-

—¡Jeon Jimin! ¡Están los niños presentes! —se escandalizó Jungkook.

—¡Están dormidos! —refutó.

—¡Igual oyen y almacenan todo en sus subconscientes! —le reclamó su marido intentando cubrir las orejas de los niños, pero fallando en el intento.

Ambos subieron a su habitación para recostar a los niños, pasar el resto de la velada en completa tranquilidad y aprovecharse de la tarjeta de crédito de Hoseok que había quedado disponible para el servicio de habitación.

Apenas estuvieron solos, Hoseok estiró su mano para tomar la de su esposo —Ven, te tengo una sorpresa —sonrió tan brillante que Taehyung pudo jurar ver estrellas en su rostro.

—¿Otra más? ¿no te parecen suficientes? —bromeó sintiéndose ansioso de pronto.

—Me faltarían tres vidas para darte todo lo que mereces, Jung Taehyung.

Taehyung se lanzó a su cuello haciendo que ambos cayeran de espalda sobre la cálida arena de la playa. Hoseok no perdió su oportunidad para besarlo acaloradamente, la noche era calma y a esas horas ya nadie deambulaba cerca de ellos. Quiso desnudarlo ahí mismo y hacerle el amor como esposos por primera vez, pero no era un cavernícola descriteriado y podía esperar unos minutos más para no arruinarle la sorpresa.

—Por más que quiera quitarte la ropa en este momento, creo que es mejor que sigamos con el plan.

—¿Es mejor que tener sexo en la playa? —bufó Tae poniéndose de pie.

—No sé si es mejor, pero definitivamente es legal —bromeó acercándose a él para sacudir los granitos de arena esparcidos por su ropa —. Te ves tan guapo con tu traje, no puedo esperar a quitártelo.

—Hablas de desnudarme tan fácil, no creas que dejaré que lo hagas gratuitamente.

—Espero que la sorpresa sea digna para usted, entonces, emperador Kim.

Siguieron caminando de la mano por la orilla del mar, Taehyung tomaba grandes bocanadas de aire para impregnarse los pulmones de ese maravilloso aroma que tan buenas sensaciones albergaba en su interior. Hoseok por su parte, era un manojo de nervios estratosféricos, estaba seguro de que la sorpresa le iba a gustar, pero no pudo evitar pensar en que tal vez no era el mejor momento ni lugar para hablar de eso.

—¿Estás bien? —le preguntó su esposo, apenas notó lo sudadas que llevaba las manos.

—Sí-sí, ya llegamos —comentó apuntando al muelle que tenían frente.

La noche ya se extendía implacable frente a ellos, los faroles ubicados a los costados de la extensa construcción de madera, construían un ambiente romántico al más puro estilo de novela italiana de los noventa. Taehyung observaba todo maravillado, decenas de veces había caminado por ese lugar, pero jamás se había detenido a observar con detención la agradable armonía de ese muelle. Fue ahí cuando se dio cuenta de que había un bote a un costado del embarcadero.

Un padre dedicado - HOPEV {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora