Un padre dedicado - HOPEV {terminado}

final

Apenas lo oyó decir que estaba listo para el matrimonio, todas las dudas, arrepentimientos y dolores sufridos durante las últimas semanas, se evaporaron como rocío en un mañana de verano. Estar con él era lo único que quería, compartir sus mañanas, sus vacaciones, proyectos, idas y venidas, preocupaciones, buena o mala fortuna, todo, todo lo quería compartir con él; bueno con ellos. El amor que sentía por la pequeña jamás había sido una carga para él, era algo que se había dado con naturalidad, una afección que nació de forma espontánea. Y es que, ¿cómo no amar a aquello que hace tan feliz a la persona que amas? ¿Cómo no amar aquello que es parte de esa persona, que nació de esa persona? Es imposible. Luna era parte de Taehyung, pero también era su propia persona, una personita que le había ofrecido su corazón y su confianza desde un principio y él no pensaba defraudar todas las expectativas que esa pequeña mente tenía puestas sobre él. 

—¿Dónde vamos, Hoseoki? —preguntó la niña bien cubierta con su sombrero de paja y su sombrilla —. Aquí hace mucho calor —informó, apenas la bajaron del auto.

—Es una sorpresa —le dijo Hobi tomándola de la mano, mientras Tae la tomaba de la otra.

—¿Para papi Tae?

—Para los dos, para Taetae y para ti.

La niña les dio una gran sonrisa mientras comenzaba a tironearlos de la mano para que se apresuraran. 

—¿Qué es? —quiso saber el menor. Hoseok los había despertado temprano a ambos, los subió al carro y condujo por poco más de una hora por la carretera. No les dijo nada, solo repetía que era una sorpresa.

Taehyung sabía más o menos dónde estaban, no era tan ciego, esto era la costa, particularmente la ciudad de Busán, pero ¿qué estaban haciendo ahí? 

La brisa marina disipó todas sus preocupaciones, tal vez Hoseok había recordado que su abuela vivía en la costa y quiso ir a visitarla. O tal vez nada más quería un paseo por la playa, comer mariscos, tocar la arena y volver a casa. La verdad últimamente su prometido andaba más esquivo y distraído de lo normal y la inseguridad de Taehyung nuevamente lo traicionaba haciéndolo pensar que a lo mejor ya se había arrepentido de pedirle matrimonio. Había pasado casi un mes desde que conversaron las cosas y Hoseok solo le había preguntado cómo le gustaría que fuera la ceremonia.

"Quiero una ceremonia tranquila, al aire libre, junto a las pocas personas que queremos y nada más."

Confiaba en que ya pronto harían los preparativos, aunque nada realmente le importaba; él solo quería casarse con Hoseok, que él fuera el novio era la única condición.

—Llegamos —les anunció mostrándoles un bonito hotel a la orilla de la playa. 

—¡Pero yo quiero ir a mojar mis pies! —rezongó la niña. Hoseok se agachó frente a ella para decir algo en secreto en su oído. Luna abrió sus ojos en grande, dejando salir pequeñas risitas —. ¿De verdad? —le preguntó con su carita llena de ilusión.

—Sí, de verdad, puedes ir a verlo, está en tu habitación —le dijo Hobi acercándose a Tae para tomarlo de la mano e ingresar al lobby.

Taehyung miraba todo sin entender nada, a veces el aire marino lo mareaba un poco, por "sobre oxigenación" solía decir, así que tal vez por eso se sentía tan confuso.

Una vez llegaron a su habitación, la cual constaba de dos sub habitaciones interiores, Luna corrió a su cuarto a cambiarse de ropa. Taehyung vio dos trajes sobre la cama y su corazón saltó algo inquieto.

—¿Qué es esa ropa? —le preguntó sin dejar de sonreír. 

—Hoseoki, ¡me encanta mi vestido nuevo! ¡Tiene brillitos y es azul! ¿Papi me lo puedes abrochar? —le pidió al menor, quien estaba más confundido cada vez.