Sentados bajo la tenue luz de la luna en el sereno jardín, Anartz y Carlota compartieron una conversación profunda que trascendía el brillo de las estrellas. La maldición que había marcado su historia no escapó a la charla.
-Anartz, todo esto ha sido tan increíble y complicado.
comenzó Carlota, mirando hacia el cielo estrellado.
-La maldición, la mansión, las expectativas... ¿cómo crees que nos afectará en el futuro?Anartz, con la mirada fija en Carlota, respondió con tranquilidad:
-La maldición nos unió de una manera única, pero ahora somos libres.
Nuestro futuro está en nuestras manos y podemos construirlo juntos sin la sombra del pasado.Carlota asintió, pensativa.
-Pero, ¿qué hay de la mansión y las expectativas de los narcotraficantes? Siento como si estuviera atrapada en un mundo que no elegí.Anartz tomó suavemente la mano de Carlota.
-Estamos juntos en esto, Carlota. Podemos tomar decisiones que reflejen nuestros verdaderos deseos.
La mansión y las expectativas externas no definen nuestro destino. Es nuestra historia, y podemos escribirla como queramos.La brisa nocturna susurraba entre las hojas mientras ambos pensaban en el futuro que les esperaba. -«¿Y qué quieres, Anartz?» preguntó Carlota, buscando el enlace en las palabras de su amado.
-Quiero una vida auténtica, Carlota. Quiero seguir amándote bajo el cielo estrellado, perseguir nuestras pasiones y vivir sin ataduras. Podemos crear un futuro donde seamos libres de elegir nuestro camino, expresó Anartz con determinación.
Carlota sonrió, sintiendo la fuerza de sus palabras -Tienes razón, Anartz. Sin duda las expectativas de quienes ya han dictado nuestra felicidad. Desde ahora, escribiremos nuestra historia juntos.
Bajo la luz de la luna, Anartz y Carlota compartieron sus sueños, trazando un destino lleno de amor y libertad. En el jardín, entre risas y susurros, sellaron su compromiso de enfrentar el futuro juntos, dejando atrás las sombras del pasado.
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SOMBRA DE AMOR
FantasyNO ADAPTAR: NI HACER PLAGIO: DE LA HISTORIA En la oscura y mística aldea de Lunaris, donde la luna llena tenía un significado especial, vivía un joven llamado Anartz. Este chico, aparentemente común durante el día, ocultaba un secreto: al caer la no...