capítulo 19 Entre Amor y Misterios Nocturnos

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Entre abrazos y el susurro de promesas compartidas, Anartz y Carlota se sumieron en la intimidad de su amor. La habitación quedó impregnada de la calidez de su conexión, mientras las sombras de la noche envolvían su complicidad.

En ese momento, un sonido estridente rompió el silencio. El teléfono en el bolso de Carlota, regalo lujoso de los mafiosos por su cumpleaños, resonaba con insistencia en el salón. La melodía contrastaba con la serenidad de la escena en la habitación.

Anartz y Carlota, interrumpidos, intercambiaron miradas intrigadas. Carlota se incorporó ligeramente,
Se puso un albornoz y fue corriendo a buscar su bolso con una expresión de sorpresa. -¿Quién podría ser a estas horas?, se preguntó mientras contestaba.

Al otro lado de la línea, las voces del servicio de la casa se mezclaban en un coro de preocupación. Las doncellas, los cocineros, el chofer y el chico que abría la puerta compartían la misma inquietud. -Señora Carlota, disculpe la molestia, pero ha sucedido algo inesperado en la mansión. Necesitamos su orientación, explicó el mayordomo, tratando de transmitir urgencia a través del teléfono.

Carlota, con el teléfono en mano, escuchaba atentamente las voces preocupadas del personal de la mansión. La urgencia en sus palabras se filtraba a través del auricular, creando un nudo de ansiedad en el estómago de Carlota.

Anartz se acercó, colocando una mano reconfortante en el hombro de Carlota. ¿Qué está sucediendo amor? preguntó él, compartiendo su preocupación.

El mayordomo continuó explicando:
Señora Carlota, parece que ha habido un problema con la seguridad de la mansión. Algo inusual ha ocurrido y creemos que necesitamos su orientación para abordarlo.

El semblante de Carlota se tornó serio mientras asimilaba la información. Anartz, manteniendo su calma, expresó: -Estaremos allí enseguida. Colgó el teléfono y se volvió hacia Carlota. -Vamos a resolver esto juntos. aseguró anartz

Ambos se dirigieron al salón, donde el bolso de Carlota seguía emitiendo el sonido persistente. Mientras se apresuraban a vestirse, la habitación que antes estaba llena de amor ahora resonaba con la tensión del inesperado giro de los acontecimientos.

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