La noche transcurría entre risas y copas para Anartz y Carlota. La atmósfera ligera y festiva les llevó a un estado de graciosas ocurrencias. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, Anartz notó la mirada insistente del chico guapo encargado del servicio.
Celoso y juguetón, Anartz comenzó a decir cosas con una pizca de sarcasmo a Carlota sobre lo atractiva que la veía el joven. Carlota, conocedora de la situación, decidió seducir a Anartz, jugando con su celos de manera coqueta.
Anartz, con una sonrisa burlona, dijo: Parece que nuestra joven amigo está impresionado, ¿no crees, Carlota?
Ella, con un brillo travieso en los ojos, respondió: -Oh, sí. Parece que atraigo miradas esta noche. ¿Te incomoda, mi celoso Anartz?
Anartz fingió un suspiro dramático. -Qué puedo hacer, cariño. No puedo evitar sentirme un poco inseguro cuando otros se dan cuenta de lo hermosa que eres.
Carlota se acercó a él, susurrando con coquetería: -Bueno, quizás deberías recordarles que ya estás ocupado. Sus labios rozaron los suyos, desatando una chispa de deseo.
Anartz, respondiendo con picardía, dijo:-Tal vez debería hacerlo, pero solo si estás dispuesta a demostrar cuanto estás ocupada.
Carlota, con una risa traviesa, le tomó de la mano y lo guió hacia la habitación.-Creo que puedo demostrarlo muy bien.
Entre risas y complicidad, la pareja se dejó llevar por el deseo mutuo. Anartz, seducido por el encanto de Carlota, se entregó a la pasión que ardía entre ellos. En la intimidad de la habitación, las risas se convirtieron en susurros y caricias, sellando una noche llena de amor placer deseo y romance
Al día siguiente, el sol se filtraba suavemente por las cortinas, iluminando la habitación donde Carlota y Anartz yacían tapados con el edredón. Entre susurros y risas, la pareja había compartido una noche llena de amor y complicidad.
El mayordomo Martín, respetando su privacidad, tocó suavemente la puerta. -Señorita Carlota, señor Anartz, es hora de levantarse. El desayuno está listo.
Carlota, con una sonrisa pícara, se giró hacia Anartz. -Creo que Martín merece una sorpresa.
Anartz, aún medio adormilado, asintió divertido. -Definitivamente. Vamos a darle algo de qué hablar.
Ambos se levantaron, envueltos en el edredón, y abrieron la puerta. Martín, sorprendido pero manteniendo la compostura, les informó sobre el desayuno mientras intentaba disimular una sonrisa cómplice.
La mañana continuó con risas y anécdotas compartidas alrededor de la mesa del desayuno. La pareja, ahora más unida que nunca, dejó que la chispa de la noche anterior se extendiera a la luz del día, creando recuerdos que fortalecerían su amor en los días venideros.
Martín, intrigado, preguntó con una sonrisa curiosa: Y ¿cómo les fue la noche, señor Anartz y Carlota?
Carlota, con una risa traviesa, respondió: -Fue de maravilla, Martín. Diría que las sábanas y el edredón quedaron empapados de amor después de esa noche de pasión entre nosotros.
Martín, intentando ocultar su sorpresa, asintió con respeto. Entiendo. Estoy encantado de que hayan disfrutado de su tiempo juntos.
La paz matutina se vio interrumpida cuando el teléfono sonó con el número desconocido. Carlota, aún sintiendo el eco de la noche anterior, contestó con cautela. Una voz conocida, la de su hermanastro, resonó al otro lado.
-Carlota, necesito que escuches con atención. Lo que quiero es la joya más valiosa de la familia.
Carlota: -¿Para qué la necesitas?
Anartz, decidido y furioso, tomó el teléfono de las manos de Carlota. -Deja que hable con el loco que te ha secuestrado para liberarte, le dijo a su hermanastro.
El hermanastro de Carlota, confuso por la intervención de Anartz, aceptó. La voz del desconocido mafioso se hizo audible nuevamente. Anartz, con firmeza, declaró: Escucha, ¿cuál es tu juego aquí? ¿Por qué necesitas convertir a la gente en vampiros,brujas y hombres lobo?
El desconocido mafioso reveló su ambición despiadada. Quiero que Carlota sea la jefa, trabajando junto a ti y su hermanastro. Planeamos usar vampiros y hombres lobo para controlar a quienes se nieguen a colaborar en el mundo de las drogas. Así, obtendremos la fortuna de todo el mundo.
Anartz, disgustado por la propuesta, respondió con determinación: -Eso no va a suceder. Si crees que te dejaré robar dinero a todo el mundo estás loco
El mafioso desconocido, forzado a explicar su agenda, habló: -No todo el dinero es para mí. Solo busco hacer negocios, vender la droga a los colombianos y rusos para pagar mi casa. Después de eso, dejaré en paz y calma las cosas.
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SOMBRA DE AMOR
FantasyNO ADAPTAR: NI HACER PLAGIO: DE LA HISTORIA En la oscura y mística aldea de Lunaris, donde la luna llena tenía un significado especial, vivía un joven llamado Anartz. Este chico, aparentemente común durante el día, ocultaba un secreto: al caer la no...