Gema
Me encuentro en un avión rumbo a Phoenix, Estados Unidos. Estoy a punto de firmar un contrato muy jugoso.
La verdad es que todo ha ido de maravilla desde que reencarné en este estúpido libro. He cumplido numerosas misiones y me he sometido al mejor entrenamiento que podría haber imaginado. Ya soy la mejor teniente de la central de Nueva York y, con una medalla más, seré la capitana más joven de la FEMF.
No extraño nada de mi vida pasada porque siempre encuentro algo mejor.
Es indescriptible la sensación de saber que hombres, mujeres, ancianos y niños aclaman mi nombre. He llevado a cabo tantas campañas de rescate, donaciones y eventos que la gente ya adora el suelo por el que camino. Y esa admiración... me hace sentir poderosa.
Me considero afortunada de que todo lo que he planeado esté saliendo tal y como quiero. Solo existen dos opciones: triunfar o ser una espectadora. Y yo no vine aquí para ver a nadie.
El avión aterriza, y el calor de Phoenix me sienta de maravilla. Me imagino usando unos bikinis espectaculares y ya tengo planes para cuando termine de firmar el contrato.
Llego al hotel, que es lujoso, pero no tengo tiempo para disfrutarlo. Me dirijo directamente a mi habitación, hago mi rutina nocturna, me pongo el pijama y me acuesto para descansar el resto del día.
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Al día siguiente
Me levanto, tomo un baño rápido, me cepillo los dientes y el cabello, me visto y salgo en busca de café en la cafetería más cercana.
Sigo el mapa en mi celular para llegar al lugar, pero mientras entro al local, de repente siento que ya no estoy caminando... sino cayendo al suelo.
—¡Oh, mierda, perdón! —dice la responsable de mi caída. Es una chica uno o dos años menor que yo.
—No hay problema, eso me pasa por no prestar atención a dónde voy —le respondo mientras, con su ayuda, me levanto. La observo por un momento; es increíblemente hermosa.
Tiene el cabello negro y unos ojos azules brillantes. Sin dudas, es la chica más hermosa que he visto.
—Déjame invitarte un café para disculparme por este bochorno —me dice, con una sonrisa apenada.
—Claro, un café no se le niega a nadie —le contesto mientras entramos y nos sentamos—. Mi nombre es Gema Lancaster —le digo, extendiéndole la mano.
—Emma, Emma James —responde, estrechando mi mano—. He oído mucho sobre ti. Eres muy conocida en la milicia.
Pasamos horas conversando sobre nuestros sueños. No tengo dudas de que será una de las mejores patinadoras; su pasión es evidente. La verdad es que no esperaba que este encuentro se convirtiera en uno de mis favoritos, pero me ayudó a encontrar a una gran amiga.
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Hola !!
Capitulo escrito por MariiMovilla
Nos vemos en la próxima actualización
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Renacida.
FanfictionSe me había dado una segunda oportunidad y no estoy dispuesta a desperdiciarla es por eso que me volveré indestructible