Ellos creían en las casualidades, que todo pasa por algo y en el momento justo.
Jamás se atrevieron a cuestionar los juegos del destino y sus maniobras pero esta vez había llegado demasiado lejos.
Nadie les dijo que su gran y extraño encuentro iba...
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DISCLAIMER PARA ESTE, Y LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS: Entendiendo que este escrito es ficción, tomaré personas, cosas y situaciones de la vida real que usaré a favor de la trama. Recuerden que es solo entretenimiento y que cada personaje simplemente cumple un rol Y NO ES ASÍ EN LA VIDA REAL.
Pato y yo, habíamos terminado charlando de muchas cosas a la vez, no necesariamente tan profundas, mientras tomábamos te en el sillón. Lisa y llanamente, eramos dos viejas chusmas. Después de hablar de sus hermanos, de las mías, las bandas, música y un poco de astrología y alguna que otra teoría conspirativa, no supe cuanto más iba a soportarlo, así que una vez que dejé la taza vacía en la mesita ratona, pregunté.
-¿Qué es lo que te tenía tan estresado como para que salgas sin paraguas?- él me miró con una sonrisita pequeña y sus ojos cansados.
Repitiendo mi acción, dejó la taza al lado de la mía y se acomodó mejor.
-¿Cómo te explico?- suspiró.
-No hay que hablar al respecto, si no querés. Pregunté de curiosa.- aclaré y él negó sin cambiar su expresión.
-Sofía.- bajé la vista a mis manos.- No sé si sabés de ella.- murmuró y asentí.
¿Cómo no saber de ella? Una colorada divina, una cara hermosa, modelo, bailarina, actríz, perfecta. Ah, y novia de Patricio Sardelli, claro.
-Ella y yo...- miró como jugaba con mis manos.- Nunca tuvimos la mejor de las relaciones.- soltó.- En estos últimos... ¿diez años? tuvimos muchas idas y vueltas, viste. - explicó y asentí.- Nuestros estilos de vida a veces chocan y no congeniamos muy bien.- miró sus propias manos.- No es que no nos querramos.- alzó la vista y conectamos miradas.- Yo creo que nos queremos pero la costumbre nos puede más y...- corrió su vista nuevamente.- Si te soy sincero, creo que hace mucho se fue el amor.
Toda su declaración me dejó callada. ¿Qué se supone que iba a decir?
-Por eso decidí terminar del todo hace un mes, de una vez por todas.- confesó y quedé aún más tiesa.- Pero hoy me llamó y no entiendo que me pasa.- ladee mi cabeza.
-¿Cómo que no entendes?
-Y... Son muchos años, Cam.- murmuró.- No soporto escucharla llorar, pero tampoco la soporto a ella ni a su manipulación, por eso te digo. Hace mucho dejamos de amarnos, solo que ni ella ni yo, sabemos lo que es estar con alguien más.- asentí despacio.- Al menos yo tengo la predispocición de seguir adelante sin romperle las bolas, pero ella sigue ahí y a veces todo se mezcla y termino bajandome una botella de Whiskey, preguntandome si la amo, si la extraño o si solamente quiero acostarme con ella.
Cam, Cam, Cam...
Tragué saliva, con un pequeño nudo en la garganta. Quería vomitar.
-Debe... Debe ser duro.- respondí tragando saliva.