Ellos creían en las casualidades, que todo pasa por algo y en el momento justo.
Jamás se atrevieron a cuestionar los juegos del destino y sus maniobras pero esta vez había llegado demasiado lejos.
Nadie les dijo que su gran y extraño encuentro iba...
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DISCLAIMER: Mención de abuso de alcohol y sustancias, degradación y humillación. El capítulo termina bien, no rompan las pelotas.
Me encantaria decirles que volví feliz al hotel pero la verdad es que me habían hecho una nota de re mierda dónde solo buscaban un título amarillista, y ni siquiera tenían idea con quién carajo estaban hablando. ¿Realmente dejaban entrar a periodistas y comunicadores así al Cosquín Rock?Al parecer, lo único que le importaba a la gente, era saber si Patricio y yo estábamos juntos, si era cierto que en algún momento salimos o si era verdad que él estaba con Sofía. Yo no pude creer que ese señor, que no tengo ni la menor idea de quién es, me haya hecho preguntas tan horribles.
La vuelta fue mejor, agradecí al staff de nuestro equipo que se quedó bancándome para que volvamos todos juntos, y me puse al pendiente con la situación de Guido.
-Está mejor. Le inyectaron corticoides para que se la abran las vías respiratorias y dice Mía que ya está joya pero que se va a quedar en la guardia mientras le controlan la saturación.- explicó y asentí.- Según ella y los médicos, si sigue así, le recetan antibiótico para la gripe y vuelve en unas horitas.- suspiré negando y me termine por apoyar en el respaldar.
-Ojalá que el gordo mejore.- dije medio bajón.
Mica terminó por apoyarse en mi hombro y nos dormimos hasta llegar al hotel. Mi hermana me conocía bien, sabía que no estaba de humor y que no tenía ánimos para hablar de nada, ni siquiera me tuvo que preguntar lo que me pasaba porque ella ya sabía.
Al llegar nos despertaron, y de paso nos dijeron que se habían organizado para cenar juntos. Por mi parte dije que no, que no me sentía bien y fuí directo a mi habitación. En el silencio de las cuatro paredes, me encontré con las voces de mi cabeza que, si les interesa, no me decían nada nuevo, pero yo ya estaba cansada de darle vueltas al asunto una y otra vez.
Ordené la ropa tranquila, dejé todo impecable y después me empecé a sacar la ropa despacio. Me dirigí a la ducha y me di un baño largo que me limpiara todas las energías malas que había cargado durante este tiempo. El agua limpiaba pero no hacía magia, no. ¿Qué pedía?
En algún momento empecé a llorar y ahí sentí ese dolor desgarrador en el pecho otra vez. No quería sentirme así, no quería estar mal, no queria ilusionarme, no quería extrañarlo. Los comentarios de la gente despues de ese show, fueron tremendos, y a decir verdad, el público pedía respuestas porque tenían exactamente las mismas dudas que yo. ¿Qué carajo sentía Patricio por mí y por qué me sentía usada de esa manera?
Me pareció suficiente sufrimiento así que intenté convencerme de que era una mujer bella, talentosa, inteligente e independiente, por lo que me sequé las lágrimas, el cuerpo y salí de la ducha para ponerme el pijama.
Re mil puteé a Mía cuando busqué mi desmaquillante y leche de limpieza, y no la encontré en mi bolso.
-Pendeja de mierda. Pelotuda que no me avisa nada, dios.- mascullé mientras salía de la habitación y me dirigía a la de ella.
