˚₊‧꒰ა Capítulo 7 ໒꒱ ‧₊˚

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˚₊‧꒰ა LALISA MANOBAL ໒꒱ ‧₊˚

QUINCE AÑOS ATRÁS.

Avancé por la fiesta de cumpleaños, admirando como todo estaba ordenado y mi madre se esmeró porque todo saliera tal cual ella lo planeó. Estaba entusiasmada, como si esta fiesta fuera la de su cumpleaños, mientras que yo, como cumpleañera, solo quería algo tranquilo donde estuvieran mis padres. Solté un suspiro triste y cuando intenté agarrar un chocolate, la mano de mi madre azotó la mía.

—No puedes comer, recuerda que estás en dieta, Lalisa —reprochó—. La comida como el chocolate te hace daño.

—Pero mami, es solo uno, hace mucho no como un chocolate —bajé la mirada.

Mi madre era estricta con mi dieta, tanto que olvidé la última vez que comí chocolate, y fue porque mi abuela me lo entregó a escondidas, y fue uno de los mayores placeres. Me puse tan feliz que mi madre comenzó a sospechar.

—Nada, Lalisa, no puedes, te lo prohíbo. Mejor ve, no sé, a buscar algo que mirar, vete a jugar con tus amiguitos —me alentó.

—No, esos niños no son mis amiguitos. No los conozco, mamá, y me tratan mal —respondí—. Mejor iré a mi habitación.

—Lalisa, no lo hagas porque me tocará castigarte, y sabes que tus castigos no son lindos, es más, por favor, vete a la cocina. Y no comas mucho, que puedes engordar —acotó.

Mi madre fue con los padres de los niños, quienes se alegraron al verla, le di un último vistazo al chocolate y me rendí, dirigiéndome a la cocina, tal cual lo dijo mi madre. Ahí estaban todas las personas que cocinaban y preparaban los ricos pasteles de chocolate, la boca se me hacía agua, pero yo no podía comer nada de lo que estaba ahí, y aunque lo pidiera, el personal tiene prohibido darme algo que no sea estrictamente ordenado por mi madre.

—¿Todo bien, Señorita Lisa? —preguntó una de las cocineras.

—Eh... sí, todo bien, solo pasaba a ver que tal. ¿Falta mucho para la comida? —pregunté desviando el tema.

—Sí y no, solo un poquito —soltó una sonrisita—. Pero si quiere le doy a probar.

—Bueno —miré hacia atrás—, usted es nueva.

—Sí, algo así, es un honor para mí estar en este lugar. ¿Quieres un poco?

—So-solo un poco, a mi mami no le gusta que coma cosas con mucha caloría.

La chica me miró extrañada.

—¿Entonces, para quien las mandó a hacer?, tengo entendido que eres la cumpleañera, tiene que hacer cosas que le gusten a usted, Señorita Manobal.

Torcí los labios, —Eso no funciona así. Es mejor que no me dé, mi mami se puede enojar y la despide, usted es una Señorita muy linda y joven, no quiero que pierda el trabajo por mí.

—Eso no es ningún problema, ven pruébalo.

—Yo seguiré aquí, uno que otro castigo, pero mi mami te puede desprestigiar, ya lo ha hecho varias veces —caminé hasta la chica y le sonreí—, puede que nos encontremos luego y ahí si pruebe su comida, Señorita.

Salí de la cocina y me dirigí a las escaleras, tenía ganas de encerrarme en mi habitación y no participar más en un circo de payasos aplaudiéndole a personas. Pero en eso, siento una mano brusca jalarme del brazo, y no fue mucho para descubrir que se trató de mi padre.

—No puedes irte, hay invitados —bramó.

—Pero quiero irme a mi habitación, es mi cumpleaños —lloriqueé.

Confess To You. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora