˚₊‧꒰ა Capítulo 30 ໒꒱ ‧₊˚

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˚₊‧꒰ა LALISA MANOBAL ໒꒱ ‧₊˚

Más de una semana tenía sin ver a Jennie, quizás la tierra se la tragó o Rosé me la estaba intentando ocultar, pero no sabía nada de ella. Al llegar de París creí que al día siguiente todo regresaría por lo menos a la normalidad, pero no fue así, ella no me llamó o chocó conmigo, supuse que no estaba bien, así que no la presioné.

Pero ya después de varias semanas sin saber nada de ella, y sin que Rosé me dé la respuesta que estaba buscando me desesperaba. Se supone que por lo menos debería responder mis buenos días, acepté que me gustaba, que estoy enamorada de ella, ya asumí lo que era obvio, y desde que lo asumí ella se desapareció, como si la tierra se la hubiera tragado.

Tenía que ponerle fin a mi desesperación, no podía trabajar bien, mi mundo estaba patas para arriba y Artic se quedó esperando una respuesta por parte de Jennie, las cosas no estaban bien, y yo estaba desesperada. Pregunte a Jisoo, pero ella tampoco supo darme una respuesta, solo cambió de tema y salió de mi oficina.

Todos huían.

De Joshua no sé casi nada, las veces que me buscó para hablar lo ignoré, no pensaba en boda ni nada que estuviera relacionado con eso, yo quería a Jennie de vuelta, sabía que me costaría recuperarla o llamar su atención, pero era en este momento donde la quería más que nunca.

No para algo de toda la vida, sé que ella aún no está lista, pero por lo menos para sentirme cerca de ella y segura de que puedo ganarme su corazón por completo. Mandé todo al diablo y me subí en mi coche conduciendo hasta la casa de Rosé, donde toqué el timbre esperando respuesta. Si ella sabía que era yo existía una posibilidad de que esa puerta no se abriera.

Quería descargar mi ira contra algo, no era justo que después de todo lo que vivimos Jennie haya desaparecido de la noche a la mañana, no se despidió de mí, dejó su trabajo tirado y su sueño atrás. Y sé que esto no es común de ella, Jennie no haría eso.

La puerta se abrió dejando ver a Rosé, entré sin que ella me diera el permiso, no ocurriría igual que las veces pasadas donde simplemente me ignoraba o descartaba mis palabras.

—Te dije que Jennie...

—¡Sé que Jennie no se fue porque sí, Rosé! —grité exasperada—. Dame una razón, dime donde está, por favor.

—No te puedo decir por qué no sé, Lisa, entiéndelo. Se supone que no la buscarías más, eso quedó claro en París.

—Lo sé, sí, es cierto, quedó claro. ¿Pelearon?

—No, Lisa —se negó—. Entre Jennie y yo todo está bien, pero sé que si te digo lo que ocurrió no me vas a creer.

—¡Yo necesito verla por lo menos una última vez, Rosé! —supliqué—. Yo... yo estoy enamorada de ella, Creí que al llegar aquí tendría una oportunidad para luchar por nosotras, pero simplemente se fue.

—¿No te has puesto a pensar que ella no estaba enamorada de la misma manera? —escupió fríamente.

—Sí, tal vez eso es cierto —solté el aire que estaba conteniendo—, pero no perdía nada en arriesgarme. Por favor, dime donde está.

—Si te digo no me vas a creer, Lisa, yo sé que no me vas a creer. Sé pefectamente que vas a llamarme loca.

—¡Solo dime! —vociferé.

—Jennie regresó a su realidad —exclamó—. Ya, esa es toda la verdad.

—¿A su realidad?, Rosé, no me confundas, solo quiero saber donde está –bramé.

Confess To You. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora