˚₊‧꒰ა EPÍLOGO ໒꒱ ‧₊˚

3.4K 367 62
                                        

˚₊‧꒰ა JENNIE KIM ໒꒱ ‧₊˚

Era yo.

Mismo cuerpo.

Misma cara.

Sentimientos diferentes.

Pero era yo.

Me senté en la cama, y otra vez reconocí esa habitación. Me embargué de emoción, corrí hasta la habitación de Rosé donde la vi durmiendo. Salté sobre ella soltando un grito de emoción. Rosé saltó del susto y me miró espantada, como si hubiera visto a un muerto.

—¿Jennie?

—¡Sí, sí, sí, soy yo! —la abracé—. Te extrañé, Rosie Posie. Me hiciste tanta falta, ¿sabes que te quiero?, te quiero.

—Tú... pensé que ya no te volvería a ver, Jennie —me abrazó de vuelta–. Eres tú, estás aquí.

—Sí, estoy aquí. Regresé para quedarme, esta vez no me iré –le sonreí feliz—. Estoy tan feliz, no me cabe la sonrisa en el rostro.

—Y Lisa se pondrá mucho más feliz al verte, estás aquí —me miró aún incrédula—. ¡Estás aquí, sigo siendo tu mami!

—¡Sí!

Ambas nos pusimos de pie en la cama y comenzamos a saltar, estábamos igual de entusiasmadas. La emoción ahora mismo no podía ser expresadas con palabras, pero con los actos era más que suficiente. Aunque la nube sea negra, no significa que lloverá para siempre.

—Tenemos que prepararte, Lisa te tiene que ver —alegó.

—Espera, seguro cree que me fui a propósito.

—Le expliqué, Jennie. No entendió todo, pero algo pudo entender, creo que se encuentra más calmada, pero formó toda una investigación para encontrarte. Lisa siendo Lisa —rodó los ojos—. Pero tenemos que ir a la empresa, en estos momentos se encuentra ahí. Inició una terapia, pensó que preparándose mejor tú aparecerías.

—La pasó mal sin mí, ¿dónde está Kuma? —llamé a Kuma y el perrito llegó a mis pies—. Precioso, aquí estás. Pronto veremos a Lili, ella debe de estar esperándonos, no quiero perder más tiempo, Rosé, necesito verla.

—La veremos, déjame y me preparo.

Me vestí por igual, y con Kuma en la parte de atrás, no quería dejarlo, quería que él estuviera presente para lo que ocurriría el día de hoy. No permitiría que nada más me aleje de Lisa. Admití mis sentimientos, estaba enamorada de ella.

Bajé del coche en cuanto llegamos y me adelanté, el guardia como siempre me saludó, así como Nayeon, la cual me miró sorprendida, pensó que no volvería. Le pregunté por Lisa, su respuesta fue corta, me dijo que estaba en su oficina. Rosé solo me deseo suerte, pero cuando pensé en avanzar hasta su oficina, me sorprendió bajando del ascensor conversando con uno de los que parecían ser de la junta.

Me quedé estática, estaba diferente, aquí puede que haya pasado un año y yo ni cuenta me di, pero Lisa lucía tan diferente. Una parte de su cabello estaba decolorado, ahora era corto, su ropa deportiva y un semblante más relajado. Me pareció ver a otra Lisa, diferente, pero renovada y mucho más joven. No esa que ocultaba su sonrisa.

Ahora le sonrió al hombre, mostró una parte amable de ella.

Cuando ella levantó su mirada y encontró la mía, mi mundo regresó pieza por pieza a convertirse en lo que yo esperaba. No era feliz en mi otro mundo, no estaba feliz y no estaría feliz si seguía negándome la oportunidad de ser feliz.

Lisa al verme sus ojos se iluminaron, esto parecía un sueño, pero luego recordé que es un libro y se siente igual, o mejor. Ambas caminamos para acercarnos, cuando nos encontramos solo a un paso, ella agarró mi mano y sintió mi piel, yo era real, ella era real. Otra vez los corazones que por tanto tiempo evité aparecieron en el aire sin restricción.

Vi sus demonios, sus miedos, sus temores, sus fantasmas y me quedé, y todo porque formaba el infierno perfecto conmigo.

—Si esto es un sueño exijo que no me despierten -susurró.

—Despertarás —inicié—, pero un día siendo mi esposa y pidiéndome que te haga el amor otra vez —susurré devuelta.

Lisa sonrió, —Pídemelo desde ya. Pídemelo, Jennie. Te confieso que te amo.

—Yo te confieso que deseo una vida a tu lado, Lili.

Y confieso que no creí en los para siempre, para mí siempre todo era limitado, creí que al día siguiente me despertaría y sería otra cosa, confieso que para mí no existía la posibilidad de encontrar a alguien que me ame, y sé que para Lisa eso tampoco existía.

Las apariencias engañan y más cuando las cosas nunca son desde donde las ves, sino desde donde te las cuentan. Y aunque esto no sea para siempre, será uno hasta que la vida nos deje, y si me da el permiso, yo quiero hasta Júpiter.

DOS AÑOS DESPUÉS.

—Y dime, Jennie Kim, ¿alguna vez te imaginaste algo así?

—¿Algo como qué? —pregunté apoyando mi cabeza de su hombro.

—Caminando en una playa junto a mí, respirando aire fresco.

—Me imaginé muchas cosas, hasta llevando tu apellido —confesé—. Y ahora que lo pienso, solo es cuestión de un mes para que eso ocurra.

—Cierto —dejó un beso en mi coronilla—. Un corto mes para que seas mi esposa. Aunque esto sea ficción, yo siempre te imaginé así, o casi siempre, al principio me caías medio mal –formó una mueca.

—¿Ah, sí?, te tocó soportarme por el resto de tus días —dejé un beso en su mejilla—. Por cierto, lo del viaje a Italia era broma, recuerda que tengo una reunión importante con Artic, tengo que estar presente en la galería de arte.

–Tengo envidia, ellos te tienen más que yo —Lisa se puso frente a mí—. Y lo de viaje a Italia no se pospone.

—Lisa, era broma, solo estábamos conversando —chisté.

—¿Si?, no lo noté —se encogió de hombros—. Y no sabes en qué Jet privado te llevaré.

Empezó a correr por la playa huyendo de mí.

—¡No, eso no, Manobal!

—¡Kim! —me gritó desde lejos—. Si me atrapas es que me amas.

—Qué tramposa eres, sabes que no corro mucho —me quejé.

—Bien, si me atrapas es que te amo —abrió sus brazos—. Ven a mí, abuelita.

—Solo porque te llevo un año —la abracé—. Te atrapé.

—Es porque te amo —dejó un beso en mi nariz—. Te amo, Nini.

—Te amo, Lili. Te confieso que esto será para siempre.

Y le confesaba muchas otras cosas más.

FIN.

()()()()()()()

Confess To You. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora