Confess To You. (Jenlisa)

˚₊‧꒰ა Capítulo 24 ໒꒱ ‧₊˚

˚₊‧꒰ა JENNIE KIM ໒꒱ ‧₊˚

Porque creo que la persona que le gusta a Lisa, eres tú, Jennie.

Entré a la empresa casi corriendo, se me hizo tarde y la conversación con Rosé se terminó extendiendo. Saludé al guardia y me dirigí directo al ascensor, sin pasar por desapercibido que muchas miradas estaban sobre mí. No le di importancia a eso, creía que era por la noticia que se lanzó sobre el grupo, era el último día de grabación y comenzarían con las promociones de la canción.

Yo aún no estaba lista para todo lo que se vendría después de esto, pero era algo que tenía que asumir. Salí del ascensor mientras arreglaba mi cartera.

—Pero si aquí va la ladrona —se burló una de las chicas que trabajaba aquí.

Levanté la mirada a sabiendas de que me lo había dicho a mí, pero no entendí por qué, pensé que fue algún chiste o algo por el estilo. Noté en las miradas de mucho un deje de burla. A lo no muy lejos pude reconocer a Seulgi y Joshua, quienes se encontraban mirándome, me acerqué a uno de los periódicos que tenían todos en las manos, y mi semblante se endureció al leerlo.

"Próxima Idol, Jennie Kim, acusada de robar en su propia agencia".

Volví la mirada a Seulgi y a Joshua, quienes estaban de lo más tranquilos. Sé perfectamente que ellos son los causantes de eso. Avancé a paso rápido.

—¿Qué quieren lograr con esto? —les lancé el periódico—. Saquen esa mierda de ahí, yo no soy ninguna ladrona.

—Esto no dice lo mismo —expuso Seulgi con cinismo—. Eres tal cual yo lo pensé.

—Son unos cínicos —expresé con desprecio—. Si Lisa...

—Si Lisa se llega a enterar, prepárate porque no tardará en despedirte, conozco a mi futura esposa, ella no titubea con los empleados de pacotilla —aseveró Joshua—. Que hablando de la reina de Roma.

Eché un vistazo hacia atrás, y una Lisa con algo en la mano venía muy enojada a nuestra dirección. Estaba preparada para escuchar sus reclamos, o sus gritos, ordenándome que saliera de su empresa y que no quería verme nunca más. En su lugar, le lanzó el periódico a Joshua, quien se asustó y la miró extrañado.

—¿Hasta dónde coños van a llegar? —declaró—. Están podridos de la cabeza, y tu Seulgi, no tienes ningún derecho de estar en mi empresa, y menos después de esa salvajada.

—No te entiendo, Lisa —se puso de pie con su carita de cordero—. No hice nada.

—¿Y ustedes creen que yo soy idiota?, ¿creen que nací ayer? —soltó un bufido—. Fingir y pasar dinero a la cuenta de Jennie para que yo crea que ella está robándole a la empresa, ¿les parece de personas sanas?

Mi corazón dio un vuelco al percatarme que Lisa no dudo ni un solo segundo de mí. Lisa ni siquiera se detuvo a preguntarme nada, confió plenamente en que yo no sería capaz de hacer eso.

—De personas sanas no puedes hablar —le espetó Joshua—. ¿Cómo puedes confiar en ella?

—Confiaré —agarró mi mano, cosa que me hizo sentir mariposas—. Y lo digo frente a todos, cualquiera que se meta con Jennie Kim, automáticamente me estará atacando a mí, no importa lo que hagan, ni lo que digan, no será escuchado sin antes ser consultado con ella.

—Lisa —quiso intervenir Seulgi.

Porque creo que la persona que le gusta a Lisa, eres tú, Jennie.

Y ahora las palabras de Rosé tenían mucho más sentido. No lo había pensado así antes, no me había detenido a siquiera pensarlo con claridad. Todas las cosas que ella hace por mí, lo que se ha arriesgado con su propia familia solo por defenderme, sus pequeños actos, sus miradas, su manera de sonreírme y ser conmigo.