Confess To You. (Jenlisa)

˚₊‧꒰ა Capítulo 15 ໒꒱ ‧₊˚

˚₊‧꒰ა LALISA MANOBAL ໒꒱ ‧₊˚

Escuchaste que Taylor viene a corea.

No puedo creerlo, es maravilloso, dicen que será su último Tour.

Yo necesito verla con urgencia, no sé qué será de mí, pero casi se terminan las boletas.

Era de lo único se hablaba en mi empresa, desde hace dos días el nombre de Taylor Swift resuena entre las paredes, incluso creo escucharlo cuando estoy sola y no me sorprende, mis empleados están a punto de volverme loca, junto a los editores. Creo tener que darle ese día libre a todos.

Estos dos días he vivido situaciones las cuales detesto, como que me siguen atacando por el debut del grupo y porque Seulgi no me ha dejado en paz, en menos de dos horas me ha enviado más mensajes que cualquier persona en el mundo, por otro lado, los reclamos de mis padres y ni hablemos de Joshua.

La relación de Rosé con Jennie parece haberse arreglado porque se les veía nuevamente juntas, pero eso no quiere decir que aún yo esté sopesando en el desayuno que me dejó, ella se tomó el tiempo de hacer eso, pero me preguntó si alguien le habrá dicho que no estoy comiendo bien, y me sospecho de que fue la lengua larga de Jisoo.

O lengua de pollo, cuál quede mejor.

—¿Sabes que es lo mejor de todo?, que si voy a ese concierto nada me impedirá conocer a Taylor, la amo —parloteó Seulgi—. No sé si quieras ir conmigo.

—No me gustan los conciertos –avancé con ella a mi lado–. Permiso, Nayeon, ¿hay algo para hoy?

–No, Señorita Manobal, no hay nada para hoy. ¿Desea que la guarde cita con alguien?

–No, para nada, me parece bien estar libre.

Subí la mirada chocándola con Rosé y Jennie quienes conversaban en medio del lugar, mi mirada se centró fijamente en la castaña de ojos felinos. Dejé de prestar atención a las palabras de Seulgi, y solo dediqué a mirar a esa chica que tenía a pocos pasos de mí.

La cual al sentir mi mirada igual la terminó chocando conmigo, levantó la mano saludándome.

—Tierra llamando a Lisa –Seulgi chasqueó los dedos frente a mi rostro–. ¿Miras a esa chica?

—¿A quién? —despabilé nerviosa—. No miro a nadie, solo a la nada.

Caminé hasta ellas con seguridad y saludé, recibiendo lo mismo de su parte, Jennie me miraba con cierto atisbo de timidez, como si sintiera que le iba a reprochar por el acto que tuvo hacia mí, cuando lo único que quería era agradecerle.

—Gracias, Señorita Kim, lo del café fue un detalle muy agradable —dije todo eso sin mostrar alguna expresión—. De todas formas, no es necesario.

—Solo fue algo que se me ocurrió, espero le hayan gustado también las frutas.

—Igual, me gusta mucho —expuse mirándola fijamente—. Gracias.

Seulgi carraspeó.

—Bueno, le hablaba a Lisa de ir a ver Taylor, pero ella se niega —replicó Seulgi.

—Nosotras intentamos comprar las entradas, pero se acabaron -mencionó Rosé—. Para la próxima será.

Miré con interés, —¿Le gusta Taylor, Señorita Kim?

—Muchísimo, soy super fan de ella, recuerdo que en casa de mi madre siempre tuve la habitación llena de fotos de Taylor. Me considero fan número uno.

—Es lamentable que no encontraron boletas —dijo Seulgi en un tono bastante hipócrita—. Tranquilas, es que Taylor no es para todo el mundo.

—Es una cantante, supongo que si es para todo el que quiera escucharla —intervine—. Yo tengo que ir a resolver unos asuntos, con permiso.