𝓜𝓲 𝓼𝓲𝓻𝓮𝓷𝓪 - ᴀʀɪꜱᴛᴇᴍᴏ

Q&A 2

Se abre un telón rojo mostrando a Mayi Cassiopea en el escenario con un micrófono tipo vincha. Se oyen aplausos, probablemente grabados, porque para este punto seguro la mayoría de lectores ya se ha ido.

—¡Damas, caballeros y no binaries! —ella anuncia, animada— ¡Después de más de un año muertas, por fin hemos resucitado! Sé que esperaban nuevo capítulo y no un segundo Q&A, pero la escritora que es dueña de esta cuenta recién recuperó su contraseña y lo cierto es que ambas hemos estado muy ajetreadas y...—mira alrededor, recién dándose cuenta que está sola— ¿Dónde está Larlu? Bueno, ya vendrá —recupera su voz de anfitriona— ¡Bienvenides a... —se escucha un redoble de tambor de suspenso—. ¡El segundo Q&A oficial de "Mi Sirena"!

Se escuchan vítores del público, de nuevo, probablemente grabados. Mayi aplaude fuerte un par de veces, haciendo que Ari pescador aparezca a su lado en un efecto anticuado de serie de televisión de los 60'.

—Ok, Ari, sé que debes estar confundido, pero...

—Oh, ya sé. Estoy soñando ¿no?— él la corta.

—Eh, sí...—Mayi lo mira confundida ¿Cómo se dio cuenta tan pronto?

—¡Genial! —exclama el rizado, emocionado— ¿Puedo tener un helado?

Mayi lo mira más confundida. ¿Ari recuerda que ella controla esta realidad también? ¿Cómo?

—Seguro —a pesar de no saber lo que está pasando, decide complacerlo y aplaude. Un helado aparece mágicamente en las manos de Ari.

—¡Yay! Chocolate y vainilla. Mi favorito— el joven pescador devora el helado, feliz.

De pronto se escucha un grito que hace que Mayi se sobresalte. Entra Larluce, la otra co-escritora de esta estancada historia, corriendo en escena, quién escapa de un enfurecido Temo.

—¡Ayuda! —grita Larluce, escondiéndose detrás de su compañera venezolana.

—¡Lo sabía! —vocifera la deidad del mar, furioso — ¡También lo trajeron aquí!

—¡Neptuno! ¡Estás en mi sueño! — dice Ari muy contento, sus ojos iluminándose de solo verlo —¿Quieres helado? — ofrece, extendiendo su mano con el cono.

—No entiendo—dice la escritora venezolana y se gira hacia la peruana— ¿Por qué parece que recordaran todo lo que pasó en el Q&A anterior?

—Es que sí lo hacen...

—¡¿Qué?! —le grita Mayi — ¡Dijiste que lo olvidaban todo!

—Lo olvidan cuando vuelven a su historia, pero cuando regresan aquí lo recuerdan todo— explica Larluce, apenada.

—Oooh...—Mayi por fin comprende— Hubiera sido genial que me avisaras de ese detalle —le reprende.

—No pude.

—¿Por qué?

—Porque realmente no estás aquí.

De la nada, Mayi se desintegra, como una de las víctimas de Thanos en Infinity War. Se hace un silencio pesado. Larluce tiene una expresión sombría en el rostro. La atmósfera se vuelve triste.

—Ahm...—dice Ari, extrañado— ¿Qué está pasando?

— Sí ¿a dónde fue el otro ente raro que juega con nuestros destinos? —comenta Temo, dando lamidas al helado que le dio Ari, fingiendo despreocupación, pero lo cierto es que sí está algo consternado.

—Ella ya no... —Larluce suspira, tragándose el nudo en su garganta—Ella ya no está escribiendo esta historia conmigo.

—¿Perdiste una amiga? —el rizado pregunta, preocupado. Por más que esta persona sea producto de su sueño, tiene la necesidad de consolarla. Él sabe cómo se siente perder a un amigo— ¿Qué pasó? ¿Se pelearon? ¿o acaso... se murió?