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Mi adorable marqués

H1 11/01/2024:

KINS/Imperial

⦅1⦆

Sí le hubiesen dicho que terminaría encontrándose con el príncipe heredero del reino Mönchen en una de sus pastelerías favoritas, habría desistido de ir para no lo viera. Aunque fueron amigos de pequeños ya que sus padres son eruditos que ayudaron al actual emperador a tomar el trono, no quiere decir que al crecer sigan llevándose bien.

La verdad no es por su culpa, más bien el príncipe Michael Von Kaiser de Mönchen se alejó de él sin razón. No obstante eso contradice los hechos.

A la edad de siete años el joven príncipe descubrió que la preciosa joya que estaba a su lado era un niño al igual que él, un semejante que siempre le sonreía bonito y le contaba las historias de magia que se encontraban en los libros de la biblioteca del castillo.

Ahora años después, cuando ambos son jóvenes de la alta sociedad a los veintidós años, saben que encontrarse con el otro es inevitable; por decir poco, es algo que no pueden desplazar más tiempo, aunque cuando uno de los dos tiene el corazón roto por perder una amistad valiosa cuando se sentía perdido e incomprendido por su familia.

Tal vez por eso el tono formal que salió de la boca Alexis Jerome Ness cuando lo saludo fue una tortura, como si las fechas que no lo mataron en el campo de batalla contra el reino Munshine Cite hubiese sido un juego de niños, la voz áspera pero suave del joven marqués lo herían.

-Es bueno verte, Ness –ocultó su mal humor con una sonrisa afilada–. ¿El ir al extranjero te sentó bien?
-Si, gracias al acuerdo de paz que su alteza, el príncipe Kaiser ha proporcionado al reino, he podido viajar.
-Ohh vamos... no tienes que ser tan formal conmigo. Nos conocemos desde niños.
-Lamento si mi tono lo ha incómodo su alteza. Es solo que no creo que usted se junte conmigo. Después de todo, me aportó hace mucho tiempo.

Tiene razón, Kaiser sabía que esas duras palabras se las merecía, pero algo en él no estaba bien mucho menos cuando el otro se despidió y dejó el lugar. Su plan era hablar con él cuando lo vio entrar al lugar muy alegre, ojos brillantes y sonrisa espléndida que encantó a unas cuantas damas al pasar por la calle.

Su impulsividad le jugó en contra, el querer abordarlo como si no hubiese hecho nada para lastimar al amigo que tenía, el único y verdadero confidente que le contó sus sueños y secretos para cuando fuera el emperador se hicieran realidad. Sin embargo, solo obtuvo una mirada fría como si lo que vio antes fuera algo que solo vería en sus sueños.

No dudo en ir tras el otro cuando salió del lugar sin emociones en su rostro más que una máscara que los aristócratas usan para fingir ante eventos sociales, pero ahora Ness se la dedicó a él. Cuando lo alcanzó lo tomó en brazos provocando miradas entre los ambulantes que había cerca, pero le importó un bledo que lo miraran.

El marqués por su parte le rogaba al príncipe que lo bajara, estaba ofendido su persona y que le traería una pésima imagen a su alteza real. Kaiser lo subió al carruaje real, cerró las cortinas después de dejarlo en el asiento.

-Kaiser-sama, ¿en qué estaba pensado? ¿¡Debería darle vergüenza llevar un hombre entre sus brazos!?
-No es que quisiera ofenderte.
-...
-¿Podríamos hablar un poco?
-Temo tener que declinar a esa petición, Kai- su alteza real, per-
-¿No me llamaste antes por mi nombre?
-Fue un error mío. No quise ser impertinente.

El príncipe notó la punta de las orejas un poco rojas, no había frío como para que pasara así qué tal vez estaba avergonzado, eso le dio pie para jugar.

-¿Sí~?
-Si, yo no qu-

El joven no pudo terminar la oración y pensar en que debía hacer, ya que Kaiser se adueñó de sus labios tomando todo de él como si fuera un premio. Se sentía bien, aunque sabía que estaba mal en sentir lo que jamás olvidó respecto a la persona que le estaba robando su primer beso.

Los dos tenían respiraciones algo erráticas por la falta de aire por el beso, más porque ninguno de los dos quería separarse de algo que no sabían qué anhelaban con todo su ser si era con el otro, pese a que estaba mal visto ese tipo de relaciones, no cabía esa idea en sus cabezas en tal momento.

-Perdóname –dijo el príncipe en medio del beso, se separó de Ness un poco para ver su rostro–. Si te vuelves un desastre tan rápido... no podré dejarte ir.
-Fu-... F-fue mi primer beso Kaiser –captó el momento donde los ojos azul cristalino se volvían más brillantes –, es tu culpa. Nunca pien-

Lo calló con otro beso un poco más húmedo, esperaba que ese fuera más largo que el anterior. No faltaba mucho para que su padre le otorgase el puesto de emperador del reino, si algo debía de cambiar eran los aristócratas corruptos y las leyes, especialmente las que le iban a impedir estar junto a su amado compañero.

Ya tendrá tiempo de hacer que se arrodille como lo hacía antes para jurarle lealtad cuando le proponía que harían del reino Mönchen un lugar que lograría lo imposible. No tenía prisa, jugaría con su pequeño y lindo marqués las veces que fueran necesarias para que no saliera de su cabeza a quien debía tener a su lado en la cama en el futuro.

➔Continua en "Mi adorable marqués ⦅2⦆" /// KINS.