Una maid de reemplazo

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H23 13/06/2024:

KRNK/Time job, Maid

El café tiene un aroma tan relajante y los panecillos de mantequilla con chocolate son la mayor delicia que atrapan el paladar de quienes saben apreciar tal combinación. A un cliente muy frecuente, Niko Ikki le gusta cierto local por su menú variable el cual una vez al mes sirven pasteles de edición especial, cafés preparados y tés con temáticas.

Desde hace unos días nota que la joven que siempre lo atiende le deja notas: «¡Ten un hermoso día, lindo!», «Ese libro se ve interesante, ¿cómo se llama?», «Me agrada que nuestros ojos se encuentren», «Sé que mi café te gustó. Cuando sonríes te ves guapo».

{... Agh- Está chica no me da un respiro. Que no ve que no quiero sus coqueteos} –después de leer la última nota, entendió que si iba en serio.

Las chicas que trabajan en la cafetería son amables y cordiales con la clientela, sin embargo últimamente una de ellas ha estado actuando muy raro. No, es mucho más que eso. En realidad parece otra persona, antes hablaba y su suave voz encandilaba a todos.

En las últimas semanas, antes del día del menú especial del mes su comportamiento es algo sospechoso. Su cabello ahora estaba corto, parecía haber crecido un poco y sus ojos se habían vuelto agudos. Me asusta en cierto sentido... y algo me dice que no debo acercarme. Creo...

Por otro lado están la joven-no, el encantador y revoltoso hermano de la camarera, la cual se encuentra incapacitada porque se fracturó la muñeca. Su fuerzas y necesidad para no perder el empleo eran más grandes que quitarse la pena de obligar al menor para que usara su uniforme, un traje de maid.

-Nee-san... ¡ESTÁS LOCA!
-Solo será un mes, hasta que me quiten el yeso. Recuerdas al chico lindo que viste ahí, le gustaron mucho tus magdalenas y muffins.
-El se dará cuenta ya que no soy tu y sobre todo que soy un chico.
-¿Y? –el menor tenía las mejillas un poco rosadas– No me digas que tienes miedo al rechazo, ¿o sí?
-Claro que no.
-¡Eso quería escuchar! Ahora ve a probarte el traje que te conseguí, nadie notará la diferencia.

Y dicho y hecho, ninguno de los demás empleados –a excepción del jefe que sí sabía de la situación– notó los cambios. Por supuesto, después de todos él era Karasu Tabito y no su hermana mayor Tamane.

Volviendo al presente, teniendo la oportunidad de estar cerca del chico de ojos lindos del que quedó fechado, para ser honesto su la primera que vez que vio a Niko –gracias a que pedía café para llevar conoció su nombre, no era porque siempre que le llega iba a atenderlo, obvio no– fue en una fiesta de unos amigos.

Era reservado y distante, pero rato después se empezó a soltar relajándose con el ambiente libertino por la música y la gente. Lo vio ir con sus amigos a jugar "Verdad o Reto" y no pensó que tendría la oportunidad de acercarse; cuán equivocado estaba, gracias a que no había ingerido mucho alcohol estuvo lo más sobrio que se podía estás cuando el lindo chico se abalanzó sobre él y le dio un beso.

Cada vez que lo veía sentado leyendo en la cafetería solo podía observar cómo Niko comía y bebía su pedido sin despegar sus de aquellos labios que le robaron noches de sueños. Suaves con sabor a fresa y tequila, su cabello ondulado junto a ese par de joyas escondidas.

-Maldita sea... Quiero besarlo –dijo mientras veía cómo se iba del local. Solo que esta vez le dio una pequeña mirada– ¿Eh?

Pasaron unos días en los cuales Karasu pasó ansioso por aquella sutil mirada que le dio el otro. ¿Qué significa? ¿Le gusta? ¿Lo reconoció por fin? Claro que no, ni una vez desde aquella fiesta le prestó atención ni preguntó por él, ni su nombre, estado, de dónde era, nada.

Una hora antes de cerrar el chico de ojos azul se fue antes, su turno había acabado y para su sorpresa alguien los estaba esperando.

-Sabía que no eras Tamane-san.
-¿Eh? Esper- No es lo que piensas... yo solo-
-Ya se que se fracturó, me lo dijo el otro día.
-Ustedes... ¿¡Desde cuándo hablas con mi hermana!?
-Podría ser desde que ella te recogió después de que te embriagaras en la fiesta de Barou –se acercó y le dejó ver sus lindos ojos verdosos–. Después de que te besé, te emborraches como loco. ¿Así de tanto te gustó?
-¡Eso-! YO... Bueno...
-Si me dices que sí, te invito a mi casa a continuar lo de ese día. Me molesto mucho que no fueras honesto, pero tus notas me hicieron entender que intentabas acercarte.
-Si.
-¿"Si" qué? ¿Es "Si, quiero coger contigo en tu caso hoy"? ¿O "Si, estoy loco por ti y me hice pasar por tu hermana para estar cerca tuyo"?

Las orejas de Tabito estaban con un rojo vivo, no pasó desapercibido con Ikki el cielo se puso de puntillas y le dio un pequeño beso. Se miraron un monto y el de mayor estatura le devolví el beso, solo que más apasionado con deseo y con la premisa de que lo hará llorar toda la noche pidiendo por más por ser un malvado cliente que tiene el fetiche de ser penetrado mientras su futuro novio lleva un traje de maid.

-Vamos a comer antes de ir a mi casa.
-Lo que tú me pidas, Niko-sama.
-Jaja~ recuerda decirme eso en la cama.
-Dire eso y muchas cosas más.






➔Fin /// KRNK

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