La chica sería

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H27 31/07/2024:

NGRO/NG ♀︎, Diferencia de edad

Cambiar de cosa por trabajo siempre es difícil ya que las necesidades de un individuo son la prioridad de uno mismo. Por eso, Mikage Reo un hombre de 27 años buscaba un nuevo apartamento ya que su padre lo envió a ser el nuevo líder de equipo en una sucursal en otra ciudad.

Sería muy sencillo pedirle a un trabajador/asistente que le buscara un lugar que se ajustara a lo que a él le gustara, sin embargo, decidido ser más selectivo y encintar un sitio diferente a lo que estaba acostumbrado. Nuevo trabajo, nuevos aires.

Pasando por la zona residencial en aquella ciudad en donde se cambiaría encontró una casa a la venta y cerca de esta había un complejo de apartamentos. Llamó al número proporcionado y en un abrir de ojos ya tenía un lugar apropiado para vivir.

Ya establecido y listo para empezar su estadía así como su nuevo trabajo, en una mañana tranquila vio una joven muchacha de cabello largo de un color hipnotizante. Puro y claro como la nieve de la montaña, un rostro calmado y serio, piel como porcelana.

{Las jóvenes de ahora son hermosas...} –pensó para sí mismo antes de subirse a su coche.

Luego de unos días se topó con un señor más o menos similar a aquella chica, le dio una cordial bienvenida al vecindario y Reo se sintió recibido. Jamás lo habían tratado así de amables, siempre fue por obligación por ser alguien de poder y estatus.

-Mikage-san, qué tal si cenamos juntos, con mi familia.
-Como me atrevería... Es muy amable de su parte, señor Nagi.
-Oh, vamos. No pasa nada. Ven hoy a las 7 pm, mi esposa y mi hija estarán encantadas.
-¿Está seguro? No quiero ser un entrometido.
-Por supuesto que no. Tu ven.

Desde ese día cada cierto tiempo Reo y la familia Nagi cenaban juntos, y para corresponder el bello recubrimiento el joven empresario también los invitaba a cenar sorprendiéndoles con su gran repertorio culinario.

Los Nagi salieron de viaje o al menos eso es lo que el señor le había comentado a Mikage, entonces porque un día lluvioso casi como una tormenta y truenos la joven Nagi Sei estaba frente suyo con su teléfono en mano y ropa empapada que se le pegaba a la piel.

Sin saber qué hacer corrió por el lugar en busca de una toalla para dársela a la joven dejándola entrar para refugiarse de tan torrencial clima que estaba afuera.

-Nagi-chan, ¿qué haces aquí? ¿No fueron tú y tus padres de viaje?
-Es su aniversario. Solo fueron ellos.
-Ya veo. Pero... ¿por qué estás aquí?
-Se fue la luz en el complejo... y necesitaba terminar un trabajo escolar.
-¿¡Viniste hasta aquí para preguntarme si podías hacer tú traerá aquí!?
-Si. Sé que fue inoportuno de mi parte.
-No... me alegro que confiaras en mí... ¿y tus cosas?
-Las deje en casa, tengo que ir por ellas –se paró y fue hacia la puerta.
-Espera, te acompaño. Está lloviendo a cántaros.

Dicho y hecho, él la acompañó y regresaron a su casa con su útiles y un nuevo cambio de ropa seca para usar. Desde ese día ambos se volvieron un tanto cercanos, secretamente los padres de la notaron un cambio leve en su hija: «Reo tiene una pantalla gigante en su sala», «Reo me invitó un helado, él es raro», «Mis amigas piensan que Reo me gusta», «Reo me regaló una tarjeta para poder jugar en línea».

-Amor~ será que Sei no se da cuenta que siempre habla de Reo-kun.
-Jajaja, no lo creo. Pero sabe cariño... no me molestéis tener un yerno tan amable como ese muchacho.

La diferencia de edad de ocho años impedían que el joven viera a Sei de forma romántica o un interés platónico. Para él era incorrecto pensar con lo hermosa que se veía cuando jugaba en la sala mientras él preparaba su informe de la semana; o cuando lo invitaba a comer una hamburguesa cuando lo notaba cansado.

Para ella era igual, aunque en lugar de creer que era un enamoramiento se le había más fácil creer que era interés en algo nuevo. Reo era una luz con su amable sonrisa cuando le platicaba sobre cuándo era más joven o cuando en los días que cenaban sus padres, ella y él parecían como si ya perteneciera dentro de su familia. ¿Qué nombre le podría dar si ya era alguien especial en su vida?

Un amigo, no muy seco. Un conocido, no muy ambiguo. Un familiar, ni siquiera compartían sangre o parentesco. Lo que la joven Nagi sí sabía es que Reo le mostró un lado del mundo que se estaba perdiendo. La chica que creía ser ser estaba volviéndose alguien libre, más expresiva y todo gracias a...

-Reo, estoy cansada de la escuela. ¿Podrías llevarme en tu espalda?
-¿Eh? Claro que no Nagi-chan. Eres una chica y eso solo lo debería hacer alguien muy cercano a ti.
-Pero Reo es el más cercano a mi.
-Nagi-chan... Yo... –vio los ojos de cachorro en el rostro de la chica y cómo batía sus largas pestañas– Ahhg, está bien.
-Eres increíble, Reo. Deberíamos pasar por la panadería que está cerca de casa.
-Querrás decir de mi casa, tú deberías ir a tu casa y descansar.
-Eehh- pero si hoy es día de que Reo juegue conmigo, esta vez ya se el comando para pasar el nivel.
-Uff... está bien. Solo una hora.






➔Fin /// Historia escrita para el CC NagiReo

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