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Hoy

Es el cumpleaños de nuestra querida vecina Gennie.

Niko estuvo toda la mañana horneando un delicioso pastel de chocolate, que estoy que lo robo para comerlo en mi habitación.

Adoro el chocolate, bueno. Todo lo que sea comida, excepto los vegetales. Aún no los paso

-Ram, ya te vi.

-¿Tenes ojos en la espalda? -protesto para salir detrás de la isla que divide la sala con la cocina.

-Pareces un gato en caza -gira mostrando un perfecto pastel de chocolate, cubierto del mismo ingrediente derretido con chispas de colores.

-Es chocolate -me encojo de hombros para ir con el.

Niko ha estado enamorado de nuestra vecina hace que...¿Siete meses?. Solo que no se atreve a contarle sus sentimientos por miedo a no ser correspondidos.

Se muy bien lo que es ser rechazado por amor. Una vez decidí confesarme a un chico de mi colegio. Estudiábamos en el mismo salón. Tomé valor para ir con el y confesar como me sentía. Pero su respuesta no fue la que esperaba.

Me dijo: Airam, tienes la cara muy linda pero de cuerpo, eres re plana. Eso se clavó en mi corazón como un puñal. Desde ese entonces decidí no volver a ser yo quien diera el primer paso.

-¿Te le vas a declarar? -sonrío como angelito.

-No -baja la mirada, apagada-. Y no te daré para probar.

Arrugo la cara con apatía

-Porque te hice una pequeña para ti y Daiana -concluye al pasar por mi lado con el pastel.

Ni que lo fuera a dañar....O comer

-¡Eres el mejor amigo! -voy en busca de mi pobre presa.

-Y el único -sentencia para mirarme feo.

-Si aja.

Encuentro el pequeño pastel y busco un cubierto para comenzar a comer. Corto un trozo con la cuchara y llevo el exquisito pastel a mi boca. Cierro los ojos deleitando el sabor y suavidad para gruñir de satisfacción.

-Si se llegan a casar, Gennie ganará la lotería.

-¡Airam cierra la boca!.

Le saco mi dedo medio para seguir hartando mi querido pastel hecho por mi mejor amigo. Unos gritos por el pasillo nos deja confundidos, y aún más cuando es Daiana quien exclama al llegar a la puerta.

Suelto el pastel y la cuchara para salir de prisa. Abro la puerta y ahí están ellos dos. Dany y Daiana. El tiene la cara roja por la rabia. Ella por el llanto.

-¡Hey déjala! -voy hasta el, quien la tiene por los hombros.

-¡Tu no te metas! -me grita con una rabia que jamás había visto en el.

La figura de Niko pasa frente a mis ojos tan rápido que no reacciono bien cuando ya está encima de el.

-¡Niko!.

-¡A ellas las respetas! -lo sostiene por el cuello de la camiseta, Dany le clava un golpe en la nariz haciéndolo sangrar.

Mi amigo lleva sus manos a su nariz, dejando el paso libre para que Dany se vaya sobre él.

-¡Dany basta! -llora mi amiga.

¡¿Qué mierda pasó?!

Los vecinos salen debido a la escena. Unos separan a los chicos y llaman a seguridad. Corro para ir con mi mejor amigo, tiene varios golpes en el ojo. Su labio tiene una pequeña grieta donde sale una línea de sangre.

Carne y HuesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora