Caos

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-¡Tú... ¡Llegaste de repente! ¡Así eres tu!....

Cocinar con Tini de fondo es otro nivel...

Los chicos estaban en el trabajo. Artemis tuvo una reunión con una empresa que también quería un mural para la sala de espera. Y para no aburrirme. Decidí hacer galletas de chispas...

Las favoritas de Artemis

Si es que lo logramos

-Sin decir nada... Me dejaste callada, perdida enamorada....

El batidor de madera es mi micrófono en estos momentos. Alisté los ingredientes en la isla de la cocina. Trato de seguir una receta que encontré en Google. Ya que... Nunca he hecho alguna. Como dije al inicio...

A mí, se me quema hasta el agua

-Aquí vamos che...

Me digo a mi misma para abrir la bolsa de harina. Trato de tirar pero está muy sellada la boluda. Lucho contra ella para evitar dejar la paciencia y romperla con un cuchillo. Para mi mala suerte. Se rompe la bolsa. Ahogo un gemido para echar lo que ha quedado en el bold.

A este paso, solo lograremos hacer media galleta

-Estúpida.

Peleo con cada ingrediente que agrego a la mezcla. Así como me he comido media taza de lluvias de chocolate. Leo la receta con precaución.

-Veamos -ojeo la receta-. Rompa dos huevos...

Bien

Agarro los dos huevitos para romperlos con cuidado, ya que hace unos minutos. Se me cayeron tres al suelo. Echo uno y luego el otro para proseguir.

-Pero sólo las claras... ¡Ahhhhh!.

Re pendeja y bruta

-Vengan las yemitas -las tomo como puedo pero es inútil. Ya están más esplayados que los que se han caído.

Sigo con el desastre de preparación. Llevo al menos, hasta las orejas llenas de harina. El suelo sucio de los mismos. La isla es un caos de utensilios y cosas vacías. Enciendo el horno para llevar la mezcla al refrigerador. Aquí dice veinte minutos. Aprovecharé para limpiar esto, sino me mata Niko.

Culminaron los veinte minutos, hago mis galletas. Engraso la bandeja para hacer bolitas y dejarlas en el recipiente. Abro el horno con el palo de la escoba, así evito una quemada. Ingreso la bandeja para soltarla con la mayor delicadeza que existe.

Y por delicadeza me refiero a que la he tirado

Veo a través del vidrio en busca de que no se haya arruinado algo. Hago un puchero aburrida para levantarme y tomar mi teléfono. Dice que son quince minutos, así que veré Tik Tok un segundito.

Segundito que se transformó en casi una hora

Río de los memes de gatos que publican en las redes. Huelo un extraño aroma y detengo la risa. Miro mi alrededor pero no hay humo. Voy a la terraza en busca del olor. Creí que sería el vecino cocinando carne. Pero doy vuelta y un hilo de humo sale detrás de la isla...

¡Las galletas!

Corro para apagarlo. Busco los guantes de cocina que suele usar mi amigo zanahoria pero no los encuentro. Me quedo en mi lugar tratando de ir a un lado o al otro. Me armo de valor para abrir el aparato y sacar la bandeja.

Terrible decisión

El humo golpea mi rostro, ahogándome. El calor y vapor es como si estuviese bajo los rayos del sol. Sacudo mi mano en mi cara, espantando el humo negro. Toso con fuerza para alejarme de la escena. Cuando logro respirar con normalidad. Caigo en cuenta que esas cosas no podrán comerse. Veo el techo y suplico que no pase lo que pasará.

Carne y HuesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora