Carne y Hueso

Dudas

La noticia me había tomado tan desprevenida, que no supe en qué momento me desmayé en los brazos de mi amigo.

-Ram... Che despierta -su voz se escucha lejos. Abro con pesar mis párpados y veo que seguimos en el centro comercial.

Más pena no puedo dar

-¿Qué pasó?.

-Se te fueron las luces mija.

Me ayuda a levantarme con cuidado. Las personas nos miran, unas murmuran, otras ocultan su risa con las cajas de comida congelada. Me aferro al carrito de compras para buscar mi teléfono. El cual yace en el suelo con la pantalla en la dirección misma.

¡Mi jaifon!

Lo agarro rápido para encender la pantalla y verificar que no haya pasado a mayores. Y todo está intacto. Gracias al cielo.

-¿Qué mierda Ram? ¿No has comido? -me reprende el zanahoria.

-No creerás lo que me acaba de pasar -digo con una sonrisa.

-¿Te desmayaste? Eso lo vimos todos, hasta las cámaras -señala en dirección donde se encuentran los círculos negros.

-Eso no idiota -ruedo los ojos-. Tu querida amiga tendrá su primera presentación.

Se tiendo el móvil para que compruebe que le digo la verdad. Sus ojos se abren tanto que asusta. Lee rápido entre balbuceos hasta que termina.

-¡A la mierda! ¡Mi amiga es famosa!.

La gente nos mira como raros y siguen en lo suyo. Niko me abraza para dar vueltas. Está alegre. Al igual que yo.

-Serás una gran estrella, ya lo verás.

Reímos para pagar en la caja. Lastimosamente esta la bruja de nuevo. ¿Acaso no tiene vida aparte de estar aquí?. Nos tira una mirada de pocos amigos antes de salir. Veo mi Ferrari y me es imposible creer que tengo uno.

Gracias a mi novio gasta plata

-Juro que si fuera gay... Te hubiera robado a tu novio hace años -menciona con lástima fingida.

-Si fueras gay... Hace años te hubieras tirado a casi todos.

Se indigna para pasar por mi lado. Guardamos las compras y cuando estamos por subir. Una camioneta se detiene a nuestro lado. Y no es ni más, ni nada menos que...

Rusell

¿Acaso no tiene que hacer?

Nota nuestra presencia y baja con rapidez. Niko ya está a mi lado mientras que yo solo me quedo estática.

-Susej...

-¿Qué mierdas quieres? -protesto al instante.

-Hablar... Es todo.

¿Perdió la cabeza?

-Tu y yo no tenemos nada de que hablar -corto para abrir la puerta del vehículo.

-Claro que sí, por nosotros pre-

-Jamás existió un nosotros -miro por encima de mi hombro-. Y dudo que vuelva a suceder. Así que piérdete tanto de mi vista, como de mi vida. Y déjame ser feliz por una maldita vez.

Subo para cerrar la puerta de un portazo. Niko corre al asiento del copiloto, enciendo el motor y Rusell se detiene al lado de mi ventana.

-¡Te voy a recuperar! -exclama firme-. ¡No me rendiré!.

¿Cómo recuperas algo que has perdido?

Arranco y mi respiración es pesada. Apreto el volante con toda mi fuerza. El ruido del motor es magnífico. No veo más que imprudencia. Rabia. Coraje. Niko me llama pero le hago caso omiso.