Capítulo- 15

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Nos ponemos tibias de freixos con chocolate mientras que esperamos por Julito. Lena se va a casa así que la dejaremos en la estación de camino al apartamento de mi tío. Estoy happy, me levanté sin dolor ninguno. Aun así diluí un sobre de calmante en el chocolate, no vaya a ser el demonio...

―Me gusta mucho Alex ―casca Lena de sopetón.

―No te creo, ¡júramelo! ―sonrío cómplice. ―Y él está loco por ti.

―¿De verdad lo crees? ―pregunta insegura. ―No sé. A ver sé que le gusto, pero gustar es algo físico, yo no busco eso. Ni siquiera busco nada, pero con él me siento tan... Bien, tan yo. No dejo de pensar en él ni un solo segundo. Deseo verlo, tocarlo, besarlo o incluso solo mirarlo. No sé qué me pasa, Dani. Con Fer no sentía estos nervios, ni esta necesidad. Éramos amigos desde niños, me gustaba, lo quería, pero con Alex es muy diferente. Es un arrebato continuo. Es como una hoguera. Me quema cada vez que me mira, me toca, me besa... Y no sé si debería apagarla o avivarla. ―Esconde la cara entre sus manos agobiada. ―A Fer aún lo quiero, pero sé que ya no hay manera de arreglar lo que él hizo cenizas. Tampoco sé si hay sitio para otro en mi corazón.

―Es normal que tengas dudas. Aunque nos hagan daño, los sentimientos no desaparecen de la noche a la mañana. Lo bueno es que nuestra corazón reconoce antes que nuestro cerebro al amor verdadero. Por eso esa necesidad y esos nervios. El amor es imparable, Lena. Aparece como un huracán y arrasa con todo. Déjalo que arrase, no le cierres las puertas.―Le seco las lágrimas con dulzura. Está luchando contra lo que siente por lo que cree que debe sentir. ―Es tan licito que ahora mismo no quieras nada como quererlo todo con él. Deja de atormentarte. Eres una guerrera. Aún con el corazón roto eres capaz de disfrutar, bailar, reír y no dejar que nada ni nadie paralice tu vida. Eres un ejemplo para todos aquellos a los que dañaron y siguieron adelante a pesar del dolor que causa el desamor. Y estoy segura que por eso mismo mi Apóstol decidió mandarte al indicado. No serías humana si no desearas y sintieras por un chico guapísimo, con un corazón enorme, que no para de buscarte, provocarte, cuidarte y tratarte como una reina. Ni lo pienses. Siente lo que tengas que sentir. Vive todo lo que te pida el cuerpo y el alma con él y olvídate de guardar luto a ningún perdedor. Te mereces un número uno, como lo eres tú. ―Abrazas nos hallamos cuando timbran a la puerta. Lena abre la puerta de la calle para dejar pasar al nombrado acompañado de Lucifer. ¡Maldito ladrón de móviles, no lo quiero ni ver!

―Buenos días vecinas. Os subimos los percebes que sobraron ―señala Alex, embobado con mi sia. El otro no habla solo me taladra con la mirada.

―Gracias, guapo. ―Lena le da un beso en la mejilla, pero Alex se las ingenia para robarle uno en la boca. Sonrío encantada con su romance.

―Daniela, sal. Tenemos que hablar. ―Cuando escucho esa orden seguida de mi nombre se me gira la cabeza en modo niña del exorcista.

―¿¡Daniela?! ¿¡Sal!? ¿Pero a ti qué pasa qué todavía estás borracho? ¡Para ti, Harley! ¡Maldito capullo! Y no salgo a ningún lado, yo con ladrones y cabrones no simpatizo. ―Doy un paso atrás cuando veo como el blanco de sus ojos se vuelve negro repentinamente. La próxima pareja no dan crédito a tamaña bronca ya de buena mañana. Ni yo al ver a mi tío entrar como un obús.

―¡Dani, ¿qué son esos gritos? ¿¡Qué cojones pasa?! ―Cuando ve al macarra enloquece. ―¿Qué hace este aquí? Dejé claro que no te quería ver con él. Aun tenéis pendiente explicar lo de los carnets robados y la paliza que este le dio a los detenidos. ―Satán da un paso al frente encarándolo. Se me ponen las trompas de Falopio en la garganta temiendo que se enzarcen en una pelea.

―Ya veo... El poli es igual de agradecido que su sobrinita. Tranquilo que la próxima vez que se meta en líos será su carnet el que necesites para identificarla. ―Cuando veo a Julito dar un paso al frente, envenenado, me meto entre los dos.

Las luces de Dani - LldD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora