―¿Dónde estás? ―Nada más poner un pie en la Villa, llama Lena con voz de sospechosa.
―En mi cuarto, ¿por? ―pregunto aún más sospechosa.
―Baja. Hay pizzas barbacoa y tarta de queso by ... ―
Cuelgo y bajo corriendo mientras wasapeo con mi rey. No quiero agobiarlo, solo es que me siento culpable por obligarlo a volver a casa. Lucas no es rencoroso, pero sí tajante con sus decisiones. Me relajo cuando me dice que está en su cuarto con su abu viendo una peli de vaqueros y que con su madre todo bien. Le envió muchos besos antes de entrar en el entresuelo. Esta semana es crucial para él. Lo molestaré lo mínimo, aunque me cueste la vida misma.
Entro en el salón del gancho de mi Sia. Al ver la cara de alucine de los Mariachis me planteo el dar media vuelta para cambiar mi modelito. Pero al ver la pizza desisto, el hambre apremia. Cuando veo el repaso que me mete Satanás con tanto desdén me arrepiento de no poner el pijama con toda mi alma.
―Harley, desde qué vas de sexóloga a domicilio te lo tienes un poco creído, ¿no? ―Vuelve Harley al ruedo. Señal de que ya está mosqueado antes de empezar.
―No, me lo creo desde hace mucho. ―Me siento en la mesa tras saludar al resto aceptando un trozo de pizza enorme que me entrega mi cuñado. ―Culpa toda de mi rey, que me tiene muy mimada y consentida. ―Le devuelvo sus insultos. No los quiero para nada.
―¿Qué es eso de sexóloga? ¿Me das clases? ―pregunta Migue poniendo morritos.
―Tengo entendido que tú ya te comes las babas de Nachete de la boca de Marta. No me necesitas.
―¡Carallo, pegas fuerte! ¿Qué pasó en el puente? ―pregunta Alex divertido. ―¿Lucas, bien?
―Mejor que tú, seguro. ―Lena se pone fosforita mientras los dos nos partimos de risa.
―¿A cuántos noqueaste? ―pregunta el demonio con una sonrisa de loco que da grima.―¿No te llegó con el Cachimán y mi Barbie? ―Ahora me mira malamente. Este tío es bipolar perdido.
―No le hagáis ni caso. ―Corto las muchas preguntas de los cotillas del subsuelo. ―Bueno, vale, lo del Cachimán es cierto. Lo avisé y me subestimó. Ajo y agua. Pero lo de tu Barbie fue solo mérito de Soco. No debió atacarme. No, no, no... ―Lena pregunta y a ella sí se lo cuento todo. Se muere de la risa, Alex no.
―¿Pero ese mamón esta sordo o qué le pasa? ¿Qué quiere proponeros? ¿¡Qué!? ―Abre otra cerveza para apuntarnos con ella. ―Me lo va a explicar a mi muy clarito. ¡Ya lo veréis como sí!
―Sordo no sé, pero ciego de un ojo seguro. ―Cojo otro trozo de pizza aún más grande.
―Ríete, retrasada, que cómo te denuncie por agresión te va a hacer mucha gracia.
―Estaba mi abogado delante y no me frenó ―ataco con la boca llena.
―¿Tu abogado? Sigue soñando, puta loca. ―Lanza la pizza al cartón, cabreado.
―Lo serás si me denuncia. Abogado y testigo.
―Ni en mil vidas podrías permitirte mis honorarios ―señala el demonio.
―Cierto, te cotizas a precio de oro. Solo hay que ver lo amargadas que están tus Barbies por los dos miseros minutos que les dedicas. ―Nos reímos mucho todos, menos él.
―Eres la puta hostia de simpática. ―Al ver la maldad supurar por todos sus poros, sé que no me va a gustar nada lo que va a decir a continuación. ―¿Y qué tal le fue a Soco con Tito? ¿Tú mierda de experiencia sexual le valió para algo o necesita clases del mejor?
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Las luces de Dani - LldD.
RandomDesde el minuto uno, en que piso la tierra de mi Santo y me separo de mi novio, algo sucede más allá de mi entendimiento y mis infinitas taras, porque las calamidades, desastres, ataques, agresiones, amores, odios,luces a encender y sombras a difumi...