Capítulo: 17

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Selene no logro disponer de un gran armamento antes de enfilarse en aquella casería infernal. Consiguió un cuchillo de cocina que afilo un poco más, pero solo con eso empuñando su mano comenzó a recorrer los pasillos del castillo.

Los pasillos y corredores norte estaban totalmente vacíos, probablemente los centinelas escaparon ante la presencia de una criatura como aquellas. Pero los centinelas eran una cosa y los soldados eran algo totalmente diferentes, diferencia que la cazadora conocía muy bien.

Si quería el veneno, ella tenia que apresurarse y encontrarlo antes que cualquiera de ellos.

A diferencia de la zona sur, la parte norte del castillo era mas rustica y primitiva, el castillo estaba un poco más descuidado y el sol parecía no llegar plenamente a cada rincón del mismo, por eso las sombras parecían reinar en ese lugar. Una profunda y basta oscuridad se esparcía allí, alimentándose de todo.

Selene siguió avanzando con firme determinación, ignorando las sombras que poco a poco la envolvían, engulléndola como una enorme boca a punto de devorarla. Ella estaba cegada por su casería, por el botín que le esperaba al encontrar a la criatura.

Pero ella no tuvo en cuenta que no era ella la que estaba rastreando a la bestia, sino que se había convertido en el objetivo de la criatura.

El sonido de un par de pasos a sus espaldas la puso en alerta, obligándola a volverse en aquella dirección, topándose con la mirada aguda de aquel ser. Para su total espanto, era el cuerpo de un niño pequeño el que estaba vistiendo.

Aquello revolvió el estomago de la mujer con total asco y repulsión.

—Hola, Selene... te estaba esperando—dijo el niño con una voz que no le pertenecía.

La cazadora parpadeo, sorprendida y al instante comprendió que algo no iba bien realmente. Se suponía que los come pieles no eran capaces de imaginar, todo pensamiento era algo ya vivido por la persona viva... pero ella podía asegurar con certeza feroz que no había conocido a ese niño en toda su vida.

—¿Qué eres? —exigió saber la cazadora mientras sostenía el cuchillo de cocina en dirección al frente. Como si aquello fuera siquiera suficiente para herir la piel de aquella criatura.

El niño sonrió con crueldad, mientras metía la mano entre su ropa harapienta y exhibía ante los ojos de ella un collar con una piedra purpura brillante en el centro.

—Ante tus ojos, soy un niño... debajo de su piel mora la criatura que viniste a cazar, pero ella esta dormida.

>>Tres<< pensó Selene al instante. Eran tres criaturas las que había ante sus ojos. Dos conocidas, pero el tercero...

—¿Quién me esta hablando? ¿Quién eres tú? —volvió a presionar ella, caminando en círculos alrededor de aquella criatura.

—Alguien que no podía esperar a verte, Selene... incluso eres mas bella que en tus sueños—canturreo él.

Selene trago duro, sin temor ni vacilación, mientras se confirmaban sus peores sospechas. Aquella criatura era la misma que había aparecido en sus sueños.

—Evitas mi pregunta... ¿Qué eres?

—Soy una pesadilla que cobro vida—respondió el niño, mientras su piel se rasgaba, dándole lugar a la criatura que habitaba en su interior.

Él come pieles salió al mundo, con una sonrisa repleta de dientes repulsivamente afilados, nada de la inocencia antes vista prevaleció, solo conservo aquel collar de piedra purpura brillante alrededor de su cuello.

>—Soy un ser de sombras, odio y desesperanza, Selene—canturreo la criatura con una sonrisa aun mas perversa, mientras se aproximaba hacia ella con movimientos precisos.

Había algo mas debajo de la piel del come pieles. Una criatura aun mas cruel, vil y digna de infundir terror. Pero la cazadora no tenia miedo, simplemente se mantuvo firme.

Podía ganar. Ella tenía que ganar.

—Necesitaras mas que solo palabras absurdas para asesinarme—se burlo ella con arrogancia, mientras su mente afilada pensaba el próximo movimiento.

—Ahí esta el problema, Selene, yo no quiero tu muerte, quiero tu vida—ronroneo aquel ser, desconcertando por completo a la cazadora—. Tu vendrás conmigo, Selene.

Esclava del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora