Esclava del Alfa

Capítulo: 18

Selena escucho con atención las palabras de aquel ser, mientras media con suma astucia y cuidado meticuloso la distancia que los separaba, evaluando que movimiento podía emplear para llegar a su punto débil, su cuello.

La cazadora necesitaba acercarse lo suficiente para hundir la punta del cuchillo en la garganta de aquella aberración, sabia perfectamente que ese sería el único modo para sobrevivir.

Necesitaba distraerlo, entretenerlo lo suficiente como para abstraerlo en sus pensamientos, en aquellas ideas. Solo de esa manera ella podría arrebatarle la vida.

—No me apetece, me encuentro realmente cómoda aquí cariño—canturreo Selene, moviendo su cuerpo hacia un lado, midiendo sus movimientos, mientras la criatura la seguía.

Aquello era un baile, una danza. Selene guiaba, conociendo la rutina de memoria.

—¿Prefieres vivir entre mentirosos? —hablo aquella criatura.

De repente un pensamiento surco la mente de la cazadora. ¿Y si ese ser sabia más que ella? Era evidente que en ese castillo pasaban cosas que resultaban ajenas a ella.

—¿Eres capaz de probar sus mentiras?

La criatura sonrió con malicia.

—Si pruebo que mienten ¿vendrás conmigo sin oponer resistencia? —pregunto lentamente.

—No, mis intenciones no son morir... no confío en ti y tus intenciones.

—Mis intenciones no son asesinarte, Selene, entiéndelo—la criatura se volvió a mover, siguiendo el compás de la danza de la cazadora, sin notar que lentamente comenzaba a ser acorralada contra una columna—. Eres parte de algo mas grande que tu misma.

—¿Cuáles son tus intenciones? —hablo la cazadora, mientras preparaba el cuchillo entre su ropa.

—Volverte una reina... convertirte en mi reina—respondió el espantoso ser, con una sonrisa que exponía mas dientes de los esperables.

Selene se quedo paralizada, escuchando aquellas palabras con suma atención, mientras tragaba duro.

>>Reina<< la palabra se repitió en su mente como un eco casi infinito.

Uno que fue interrumpido con el sonido de pasos aproximándose a gran velocidad hacia ellos. Necesitaba actuar rápido si deseaba el veneno.

En el momento que la criatura volvió el rostro hacia el sonido de pasos, la cazadora actuó con gran velocidad. Ella acorto la distancia en cuestión de instantes, antes de abalanzarse contra la bestia, hundiendo el cuchillo en el cuello de la criatura.

Un grito agonizante se escapo de la garganta del come pieles, antes de caer al suelo. La muerte se posó encima de él, pero con sus ultimas fuerzas tomo el brazo de Selene con fuerza acercándolo hacia él.

—El secreto... esta... en la cripta—susurro aquel ser antes de morir.

La cazadora parpadeo. Aquello era lo primero relativamente útil que lograba conseguir.

>>la cripta<< sin lugar a dudas ella iba a tener que revisar aquel sitio, pero antes tenia trabajo que hacer... uno que jamás había llevado adelante.

Con cuidado, Selene se aproximo a las garras de la criatura, mientras buscaba a tientas el pequeño recipiente que llevaba oculto entre su ropa. Sin embargo, justo cuando se dispuso a realizar el primer corte, una voz la interrumpió.

—Si quieres extraer veneno, así no se hace—dijo Castiel, saliendo de entre las sombras—. ¿Qué demonios estás haciendo, Selene?