Castiel se paró en el umbral de la sala de trabajo del Alfa, su porte era rígido y su mirada inquebrantable.
—¿Me llamaste? —el tono del hibrido era tan crudo y frio que parecía cortar el mismo silencio.
Dimitri alzo la mirada de los papeles frente a él, mientras le hacia un gesto vano con la mano.
—Entra y cierra la puerta detrás de ti—la voz de Dimitri era una tumba. Incapaz de revelar cualquier tipo de emoción o sentimiento. El simplemente parecía estar vacío.
>>El no parece estar vacío, Dimitri este vacío<< pensó el hibrido, mientras obedecía la demanda de su hermano con gran velocidad.
Castiel respiro profundamente, mientras tocaba la superficie de su poder, al lobo que lentamente comenzaba a despertar en su interior.
Dimitri podría ser el Alfa, era poderoso y brutal, pero Castiel tenía algo a su favor. La previsión.
Si estaba lo suficientemente atento para adelantarse a los movimientos de su hermano, él se ahorraría mucho tiempo valioso.
—¿Qué querías hablar? —soltó con ligereza Castiel, mientras su mirada aguda se fundía con la de su hermano.
—Es con respecto a Selene y lo que ocurrió anoche... te la llevaste frente a toda mi corte—el tono de Dimitri seguía siendo imposible de descifrar.
El lobo en el interior de Castiel se revolvió inquieto, ante la sensación de amenaza y peligro que embriagaba a su contenedor. La criatura se estiro y preparo, esperando con paciencia el momento de ser convocado.
Castiel también se precipito, aferrándose al momento en que las cosas se fueran al maldito retrete.
>—No tuve la ocasión de darte las gracias.
Castiel parpadeo, el lobo en su interior así lo hizo también, mientras la sorpresa se apoderaba de ambos.
Dimitri paso una mano por su cabello, revolviendo los mechones ligeramente. Aquello le estaba costando demasiado, tanto como a Castiel mantenerse centrado.
—¿Gracias? —logro articular Castiel con cierta sorpresa, sintiéndose incapaz de comprender la complejidad que radicaba en aquellas palabras.
—Si, gracias por cuidar de Selene por mí.
El hibrido parpadeo, las palabras viajando hasta su interior con lentitud. Cuando finalmente logro comprender a lo que Dimitri se estaba refiriendo, el hibrido no pudo estallar en un arrebato de risas estruendosas.
>—¿Te ríes de que te esté dando las gracias?
—No, Dimitri, me rio de que eres tan asquerosamente egocéntrico que piensas que lo de anoche fue por ti—Castiel avanzo un paso hacia Dimitri, con una sonrisa cruel bailando en sus labios—. Pero no, hermano, tu no encajas en esto.
—¿A qué te refieres? —gruño el alfa, su humor cambiando de manera considerable, mientras observaba con suma atención a su hermano—. Si no lo hiciste por mí, por tu alfa ¿Cuál es el motivo? tu no haces nada sin un buen motivo.
—Selene es mi motivo, Dimitri—escupió con cierta rabia Castiel—. Ella es motivo más que suficiente para enfrentarse a toda la corte de ser necesario.
Dimitri apretó los labios con fuerza, mientras reprimía la furia que habitaba en su interior mientras sentía aquel ataque directamente.
—Tú no eres alfa, no sabes cómo funcionan las cosas en verdad... si la dejaba a mi lado, ellos la asesinarían, tú lo sabes. Una cosa es tener un juguete humano y otra muy diferente es amar a un humano... una cazadora.
—Tu compañera, Dimitri, Selene era tu compañera hasta que la rechazaste.
—Ella sigue siendo mi compañera—retruco el alfa con su mirada desafiante.
—Yo no estaría tan seguro al respecto...
La mirada de Dimitri se clavó en la de Castiel con furia, mientras su mandíbula se tensaba de manera contundente.
—¿Qué hiciste, Castiel? —ahora, la voz del alfa había dejado de ser calma y neutral, para envolverse en hierro y hielo. Una voz preparada para la guerra.
Los labios de Castiel se curvaron en una sonrisa lupina, mientras deslizaba las manos dentro de sus bolsillos con desdén.
—Solo digo, que, si Selene fuera mi compañera, jamás la hubiera hecho pasar por el infierno al que la arrojaste... eso es muy cobarde, Dimitri, incluso para ti.
—Pero Selene no es tu compañera y tú no eres el Alfa tampoco, por lo que esas decisiones no te corresponden.
Castiel avanzo un par de pasos, hacia su hermano, mientras tomaba una manzana roja que reposaba con calma sobre el escritorio de su hermano. Sin prisa, el hibrido la observo durante algunos instantes antes de darle un mordisco.
—Pero tampoco es tu compañera... y ambos sabemos que en estos momentos la corona sobre tu cabeza es increíblemente débil.
—¿Eso es una amenaza, Castiel? —gruño Dimitri en el escritorio.
—¿Esto? No, hermano, es solo una manzana—canturreo el hibrido, mientras le mostraba la manzana en su mano, antes de guiñarle el ojo y salir del cuarto.
A sus espaldas, Castiel pudo escuchar como Dimitri aplastaba los puños cerrados contra la superficie del escritorio, antes de que el sonido de la madera rompiéndose y agrietándose se volviera una melodía celestial.
Sin lugar a dudas, el alfa estaba explotando, haciendo añicos todo lo que encontrara.
Su movimiento había sido en extremo cruel, pero no tenía muchas opciones realmente.
Castiel necesitaba que Dimitri estuviera activo, que se despertara de una maldita vez y asumiera un rol.
El infierno se acercaba al maldito castillo, todos tenían los días contados. Nadie podría salvarlos, ni siquiera Dimitri.
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Esclava del Alfa
Manusia SerigalaDimitri es el Alfa mas poderoso de todos. Rodeado de enemigos, desea con desesperación encontrar a su compañera ya que solo estará dispuesto a confiar en ella. Selene es la mejor cazadora y asesina de todos los tiempos, ella fue enviada a cobrarse l...