★22: Solo un poco más...★

731 110 25
                                    

*esto pasó antes de lo que ya vimos en el anterior capítulo, ojito.

BILLY

Mordí la goma de borrar del lápiz como si de ello dependiera mi vida. No podía prestarle atención al profesor Brócoli, por más que hablaba frente al pizarrón nada de lo que decía se me grababa en la mente, me empezaba a frustrar.

Y no ayudaba el hecho de que Samuel estuviera sentado en unos pupitres delante de mí. Como si mi suerte no fuera ya lo suficientemente mala, tenía que soportar verlo en todos lados por el instituto.

Ni tampoco ayudaba el ridículo apellido del profesor Brócoli, no me lo terminaba de tomar en serio por su culpa.

Sh—escuché como alguien emitía un sonidito con la boca. Me giré curiosa, encontrándome con Diego tratando de gesticular algo con ademanes en los brazos y manos.

Fruncí el ceño.

—¿Qué?—susurré aquello lo más bajito que pude, lo menos que quiero es que el profesor Brócoli me mande a la dirección. Ya suficiente me odia por no haber entregado el trabajo el otro día.

Y por siempre llegar tarde.

Diego siguió moviendo los brazos como loco, estaba claro que quería decirme algo, pero no podía entenderlo. Al ver que no comprendía lo que quería decir, suspiró, dándose por vencido. Isi estaba riendo en silencio en un pupitre detrás de él.

Mi mejor amigo arrancó una hoja de su cuaderno y empezó a escribir algo. Me lo lanzó en cuanto terminó, los demás alumnos pasaban de nosotros.

Tomé el papelito y lo leí.

"Vamos al parque al salir de clases, ¿sí?"

Tomé mi bolígrafo negro y escribí una respuesta, antes de lanzarselo me cercioré de que el profesor Brócoli no me viera, estaba anotando algo en el pizarrón. Apenas me había distraído algunos minutos y ya la pizarra estaba llena de textos, joder.

Odiaba la clase de historia.

Diego tomó el papelito devuelta, en el aire.

Le había escrito un simple "Sí", cualquier lugar que no implicara volver a casa estaba bien.

Me preguntaba cuando vería de nuevo a Greta, al menos, estoy segura que esa arpía no tendrá el descaro de acercarse a mí como Samuel, y sobre este último, haré lo que sea para evitarlo, no lo quiero cerca de mí.

—Recuerden entregarme el nuevo trabajo la próxima clase, sin peros—no sé en qué momento se terminó la clase, pero ya todos estaban guardando sus pertenencias. No pasó por alto la manera significante en la que me miró el profesor Brócoli cuando nuestras miradas chocaron. Era un claro «lo dije por ti, Harper»

Suspiré y me dispuse a hacer lo mismo que los demás, ya con todas mis cosas en mi mochila, me situé junto a Diego e Isi.

—¿Y bien?—Isi sonrió de oreja a oreja—. ¿A dónde vamos?

—¿No quedó claro que al parque, Isabel?—Diego rodó los ojos.

La rubia bufó.

Si las constelaciones fueran suficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora