★33: ¿Por qué él y no yo?★

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SAMUEL

Zec: no sé nada de él, tuve que volver a casa, y no ve mis mensajes.

Escribí rápidamente una respuesta:

Samuel: Los míos tampoco, me avisas cualquier cosa:).

Zec: ok, lo haré, tú igual.

Alguien chasqueó la lengua, alcé la vista de mi celular, lo mantenía oculto entre mis muslos debajo de la mesa, escribiéndole a Zec y preguntando por Igor, desde que se fue con Marck no supe qué pasaba, estaba preocupado por Igor y por su madre, Carla. Y lo más raro de todo, fue que pocas horas después el señor Gauthier recibió una llamada y salió prácticamente corriendo de aquí, no le dió respuestas a papá cuando éste le preguntó qué pasaba.

Y hablando de este último, me miraba de manera reprobatoria, con el ceño levemente fruncido. Yo suspiré, apagando el aparato y metiéndolo en el bolsillo de mis vaqueros.

Greta me observaba mientras masticaba, al otro lado de la mesa, su padre estaba a un lado de ella, y su madre a su otro lado, papá en cambio, estaba a un costado de mí y junto a él, al lado de la madre de Greta, mamá.

Este, sin duda, era el almuerzo más jodidamente incómodo.

—Y dime, Greta—mamá se dirigió a la pelinegra—. ¿Cuándo piensas volver al instituto? Me he enterado de que aún no regresas a clases.

—Oh, sí, pienso volver mañana, aunque no hay nada de que preocuparse, estoy al corriente con los apuntes—le respondió con una sonrisa—. Solo quería tomarme unos días, ya sabes, Sam y yo estuvimos lejos de casa por mucho tiempo.

Mamá le sonrió, iba a decir algo, pero la voz obstinada de papá la interrumpió:

—Ojalá Samuel mostrara la misma preocupación por sus estudios—iba a llevarme el tenedor con comida a la boca, al oír eso, lo bajé, siempre es él el causante de que mi apetito se vaya al caño.

—Yo podría ayudarlo—se ofreció "amablemente" Greta, entre comillas, dudaba que siquiera conociera el significado de amabilidad. Frente a mis padres era alguien completamente distinta a quien era conmigo, ya no me creía sus cuentos, era pura conveniencia de su parte.

La Greta que yo conocía solo pensaba en ella misma, no le importaba pisotear a quien sea con tal de salirse con la suya. Lo que le hicimos a Billy es un claro ejemplo de ello, y solo por eso, aveces dudaba de si yo era mejor que ella, cuando había hecho tanto daño a alguien que amo.

—No te preocupes—intervine—. Yo mismo me pondré al corriente con los apuntes, solo estoy un poco atrasado...

—Greta ni siquiera ha asistido y va perfectamente, ¿Por qué no lo has hecho tú también? Tú qué sí has asistido a clases—rebatió papá.

Porqué no he tenido cabeza para eso.

—Papá, el semestre apenas y empieza...

—El último semestre, Samuel.

—Papá, me pondré al corriente, ¿Ok? El mundo no se acabará por eso—el tema me estaba estresando.

—¡Tus notas son importantes! ¡Se supone y te irías a estudiar a España para mejorarlas, y allá solo empeoraste! ¡¿Qué futuro quieres tener?! ¡Madura!—estampó los puños en la mesa, sobresaltando a Greta y a su madre.

Si las constelaciones fueran suficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora