006. Cuando conocí los automóviles y aprendí a cruzar la calle

2.3K 427 316
                                    

La última vez que Ayax vió a Clarisse, observó como su hermana lo miró con decepción y enojo combinados en sus oscuros ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La última vez que Ayax vió a Clarisse, observó como su hermana lo miró con decepción y enojo combinados en sus oscuros ojos.

Tomaste la decisión equivocada, decía la mirada, como si hubiera sido así de fácil.

Como si solo hubiera sido una elección que Ayax tomó en lugar de una serie de ellas, muchas que ni siquiera él había decidido, llevándolo directamente a donde estaba ahora.

Pero ya no podía preocuparse por su hermana y no se sentía realmente arrepentido por dejar el campamento atrás.

Las palabras de su padre vuelven a su mente con insistencia, asegurándose de que no se emocione demasiado ante la presencia de Percy, ya que se supone que él debe odiarlo.

Los cuatro están subiendo la colina en silencio, básicamente era demasiado notorio que se encontraban incómodos con la presencia de Ayax, pero eso no dejó que lo altere.

Al menos Grover no parecía verse incómodo y seguía con esa mirada curiosa en dirección a Ayax, que le hizo recordar que los sátiros podían sentir las emociones de los demás, detalle que logró poner un poco ansioso a Ayax.

Annabeth comenzó a caminar hasta el árbol de Thalía, mientras Grover le hizo una seña a Ayax y a Percy para que se detengan allí.

Los tres chicos observaron cómo Annabeth Chase colocaba una mano sobre el árbol, como si se estuviera despidiendo.

Ayax se acomodó la chaqueta negra de material impermeable que su padre le había regalado, no había tenido oportunidad de usarla en el campamento.

Ahora podía usarla ya que no era necesaria usar la remera naranja en su misión, después de todo debían pasar desapercibidos.

Al despedirse de Daisy, Grover y Percy lo habían acompañado a la cabaña de Ares, en donde Ayax logró juntar algunas prendas de ropa en una mochila y también cambiándose la remera naranja del campamento, colocándose unos jeans oscuros, una camisa color hueso y la chaqueta de su padre.

Si cuando volteó recién cambiado observó como Percy desviaba la mirada bueno... Ayax se aseguraría de recordar eso más tarde.

—Echará de menos ese árbol, ¿no? —preguntó Percy, cambiando de mano la caja de madera que sostenía contra su costado.

Ayax se ajustó las correas de su mochila bordó y buscó a Grover con la mirada, esperando que sea él quien responda.

—Cuando Annabeth llegó aquí por primera vez con Thalía y Luke, unos mounstros los perseguían. Agentes de Hades.

—Las furias. —aclaró Ayax, observando como Grover asentía de acuerdo.

—¿La señora Dodds? —preguntó Percy, desviando su mirada de Ayax a Grover.

—Sí. Una era nuestra profesora de álgebra, Alecto. Thalía dió la vuelta para ganar tiempo para sus amigos, su protector sátiro intentó detenerla, pero no quiso escuchar.

✓WAR OF HEARTS, Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora