007. Apolo me dió una profecía que no quería escuchar

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Ayax estaba seguro de que no se había quedado dormido, todavía estaban en el micro y él estaba decidido a ignorar al grupo de semidioses con el que estaba viajando

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Ayax estaba seguro de que no se había quedado dormido, todavía estaban en el micro y él estaba decidido a ignorar al grupo de semidioses con el que estaba viajando.

De fondo, aún escucha la voz de Percy y su cerebro intentaba mantenerla cerca y constante, Ayax se dijo a sí mismo que era para asegurarse de que se encuentre a salvo.

No es que le interese.

Pero entonces, aún cuando estaba seguro de que no se quedó dormido, una vez que Ayax recargó su rostro contra la ventanilla del micro, dispuesto a observar la carretera, se encontró con todo menos con ella.

Porqué allí en la ventanilla no estaba ningún camino creado por los mortales, no, ese era el Olimpo, y Ayax solo conocía qué parte exactamente ya que muchas veces para llegar al hogar de Afrodita tuvo que pasar por allí antes.

El templo de Apolo.

¿Por qué estoy viendo el templo de Apolo por la ventanilla de un micro? Se preguntó Ayax, volteando por unos segundos a ver a Annabeth a su lado, intentando descubrir si la chica estaría viendo lo mismo que él.

La morena le dedicó la mirada más aburrida de su repertorio y alzó una de sus cejas observándolo con esos ojos calculadores y despectivos que solo podía tener una hija de Atenea en su contra.

Bueno... Creo que paso de preguntarle. Decidió Ayax, desviando la vista de Annabeth para volver a concentrarse en lo que se veía pasando el cristal.

Allí seguía el templo de Apolo, brillando con una luz resplandeciente que lograba que Ayax entrecierre sus ojos al intentar concentrarse en la cegadora presencia que se estaba acercando al cristal.

Si algo odiaba Ayax, eran las profecías, estar ansioso de lo que vendría sin saber cómo ni cuándo, con pistas estúpidas de rimas sin sentido que sólo lograrían alterarlo.

No fue con el oráculo del campamento aún cuando Quirón le recomendó hacerlo antes de partir.

Y por supuesto, que allí en medio de la misión llegaría el único Dios relacionado con la adivinación y las profecías para golpear a Ayax en la cara y asegurarle que iba a escuchar su maldita profecía ya sea que él quiera o no.

O tal vez Ayax estaba de suerte y solo pasarían a saludarlo.

Ayax Warlock, he sido enviado para que de primera mano puedas oír lo que en tu futuro te estará aguardando.

Bueno, Ayax nunca fue un suertudo en la vida, podían mirar a su padre y saberlo, por supuesto que un ente brillante no vendría solo a saludarlo y preguntarle cómo se encontraba.

Soltó un profundo suspiro, intentando apartar la mirada pero siendo cautivado por el brillo dorado que seguía vislumbrandose atravesando el cristal.

Él, a quien sueñas cada noche, tu corazón está atado. Deberás ayudar a aquél chico al que tu destino está ligado.

✓WAR OF HEARTS, Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora