CAPITULO 16

15 1 1
                                    

Me despierto y siento cierto dolor en la cabeza, abro los ojos y estamos atados en una silla mientras dos hombres nos observan, son los mismos del otro día, ¿dónde estamos?

- Ellos son los que estaban merodeando el otro día – dice un hombre al otro.

- Tienes razón, espero que al profesor le sean útiles.

- ¿Qué quieres de nosotros? ¿Y qué relación tenéis con el almacén? – pregunta dragona.

Ambos hombres se ríen.

Estoy muy enfadado, les exijo explicaciones también pero nos ignoran, solo se ríen. Después de un tiempo se enfadan al no callarme, me dan un puñetazo y se marchan.

- Cabrones – gruño – tenemos que salir de aquí dragona, esta noche es importante.

- Como si tuviéramos opción, ¿qué ocurre esta noche?

- No puedo decírtelo, tenemos escapar.

- Imposible, nos han quitado los móviles y estamos atados.

Me da igual, tengo que salir de aquí, esta noche es el cambio, debo irme antes de medianoche. Después de varios intentos me rindo, no hay nada que hacer.

El silencio domina la habitación, pasan las horas y soy consciente de que las doce cada vez están más próximas. Tengo que salir fuera, no puedo estar aquí cuando salga la luna, la trasformación no trascurrirá bien, y si lo hace podría herir a dragona.

Hay un reloj en la pared, a las once y media vuelven los hombres, nos levantan y nos llevan fuera a un pequeño patio que pertenece a una casa bastante aislada, pero seguimos con las manos atadas. Podre cambiar sin problemas, al hacerlo podré arrancarles la cabeza.

- Que jóvenes tan entrañables. Soy el profesor Smith, os he sacado fuera porque sé que tú – me señala- tienes un asunto en las manos, luego regresareis dentro. Vais a estar vigilados en todo momento, en cuanto a ti – señala a dragona – también sabemos lo que eres. Os dejamos inconscientes el tiempo suficiente para haceros las pruebas que confirmaron lo que sois, justo como sospechaba, seréis perfectos para el experimento, hasta luego.

- Será capullo, nos va a dejar aquí fuera – dice dragona muy cabreada.

Si el cambio va a tener lugar aquí, lo mejor será contárselo, antes o después tendría que hacerlo, porque no ahora.

- Dragona, hay algo que debo contarte.

No tenía pensado contárselo, apenas nos conocemos, pero si el cambio va a ocurrir aquí con ella a mi lado, no tengo opción. ¿Por qué ese profesor quiere que cambie delante de ella? ¿Qué pretende?

- No te vas a creer lo que te cuente, vas a pensar que te estoy vacilando... pero te prometo que es verdad – la miro a los ojos – todas esas leyendas sobre criaturas de la noche que conocemos o nos han contado... no son solo leyendas, son reales, al menos algunas – me mira seria.

- ¿A qué leyendas te refieres? ¿Puedes concretar? – pregunta intrigada.

- Pues... leyendas sobre... un hombre que... bueno, con la luna.... – me toco el cuello nervioso, no sé cómo decírselo – no va a sonar creíble, pero yo... hoy, con la luna... -digo mirando a todas partes, inspiro profundamente – soy un licántropo, y esta noche se produce mi cambio.

La miro a los ojos mientras lo digo, silencio, mantiene mi mirada hasta que yo la aparto, no dice nada, no expresa nada. Casi prefiero que se hubiera reído o me tomara por loco, pero este silencio me está matando.

- ¿Eres un hombre lobo? – pregunta extrañada.

- No nos gusta ese término, preferimos licántropo o lobo simplemente, en mi caso me gusta más el segundo.

- Entiendo – empieza a caminar nerviosa por el jardín.

Parece que está dándole vueltas a algo, o simplemente asimilando lo que acabo de decirle, pero no parece asustada, ni extrañada y tampoco lo ha considerado una broma, estoy un poco confuso.

Secretos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora