Secretos Opuestos

CAPITULO 26

(Logan)

Estoy en la celda, rendido ante el fuerte sentimiento que me ha producido Ally, a la vez que preocupado y triste por el golpe que ha recibido en la nuca. Oigo la puerta y el profesor la trae de vuelta a mi lado, la tira al suelo como un trapo viejo, cierran la puerta y se marchan.

Enseguida me acerco a ella y la atraigo hacia mí, apoyo su cabeza en mi pecho, dormida parece inofensiva, sin embargo es fuerte y valiente.

Parece que está soñando, eso es buena señal, además oigo su respiración, solo está dormida. Percibo su aroma propio y único, huele a lavanda. Quiero saber que sueña, me concentro para escuchar sus pensamientos, está soñando con su ex, y también conmigo, pero nos estamos peleando, además con todas nuestras fuerzas. Parece que voy a decirle la verdad de por qué dije que no me importaba, fue horrible. Su mente se pone en blanco y noto que empieza a moverse, se está despertando, bien, podre decirle la verdad. Tengo que decírselo, sino la hare sufrir y yo también sufriré, aún más.

(Ally)

Oigo un sonido tranquilo, es una respiración profunda. Percibo el latido de un corazón, pero no es el mío y también ciento una calidez contra mi cuerpo, noto que estoy apoyada sobre algo, está un poco duro aunque es cómodo, será una almohada.

Abro los ojos con lentitud, veo unas deportivas altas, blancas con negro y azul, a continuación unos vaqueros claros y finalmente veo que estoy apoyada en una sudadera blanca, extrañada elevo más la cabeza y me encuentro con la mirada esmeralda de Logan. Me aparto enseguida, ¿qué hago con él? Miro alrededor y me encuentro en la celda de nuevo, recuerdo todo lo ocurrido y también el sueño, las ganas que tenia de acabar con Logan regresan, al igual que mi enfado. Me pongo de pie y Logan me sigue.

- ¿Te encuentras bien?

- Como si te importara- digo furiosa.

- Claro que me importa. Ally, antes de que digas nada, debes saber una cosa.

- Deja, no quiero saberlo.

- Por favor, es importante - sus ojos están apagados y tristes, puedo ver el dolor en ellos.

- Está bien, dime.

- Lo primero de todo es que, se el sueño que has tenido - lo miro extrañada - recuerdas que te dije que los lobos podemos escuchar los pensamientos - asiento.

- Sí, pero dijiste que solo entre vosotros.

- Bueno, podemos percibir los de otras personas, aunque no tan claramente y no de todo el mundo - se pasa la mano por el pelo - sino son lobos, solo percibimos una pequeña parte y... solo puede ser de la persona que... bueno, de alguien por quien... - sus mejillas adquieren un ligero tono rosado - de alguien muy importante para nosotros, por quien sentimos... un gran afecto.

- Entonces - digo ignorando la última parte - todo este tiempo has podido saber lo que pienso.

- Más o menos, he podido percibirlo a veces, lo siento. No debería haberlo hecho, pero quería saber lo que pensabas de mí - se acerca.

- ¡¡¡No, no deberías!!! ¡¡¡ Son privados!!! ¡¡¡No es justo!!! - digo enfadada - ¡¡¡No tienes derecho!!! ¡¡¡Yo no sé lo que piensas tú!!!

- Perdóname - me agarra la mano, pero se la suelto.

- ¿Algo más que quieres decirme? ¿Más cosas que me hayas ocultado? ¿O ya has mostrado todo lo cabrón que puedes ser? - me cruzo de brazos.

- No, siento mucho lo que dije Ally, no lo pienso de verdad - inspira - no me creerás, pero tenía una razón para hacerlo, aunque ahora que lo pienso - vuelve a pasarse la mano por el pelo - era una estupidez, creía poder ser más listo, pero soy un idiota.