—¡¿Cómo pudiste traerlo aquí?! ¡Y después de lo de anoche! ¡Y lo que quedó del apartamento! ¡¿Crees que no va a notarlo?! ¡¿En qué rayos estás pensando, Ino?! –Sakura no aminoró el volumen histérico de su voz.
Ino simplemente había pasado de estar escuchando a rodar la mirada hacia el techo mientras tamborileaba los dedos contra el dorso de la silla. Bien, ya se esperaba el sermón sólo porque simplemente no había podido evitar dejar al inocente chico bajo la lluvia como gato callejero. ¿Qué había de malo en ello? A Rock Lee y Hinata no los iba a notar –mientras no comenzasen a lanzar lo que restaba de la vajilla-, el vacío en la sala podría sobreentenderse a una "improvisada" remodelación y Sai estaba en la habitación de junto sumido en un sueño profundo como suele esperarse de todo vampiro neófito de rutina nocturna, así que ni por enterado se daría.
—¿Sabías que te estás volviendo demasiado paranoica? –enunció Ino con un tono tenuemente severo. Arqueó una ceja, adelantándose al próximo respingo de su amiga—Ése es tu problema, estás aislándote y estás aislando a todos. El chico ese, bueno, al menos le importas, se que si le explicas intentará entenderlo.
—No conoces a Naruto –irrumpió Sakura—No lo entenderá, se asustará o lo tomará de la peor manera...
—¿Ah, si?, ¿cómo?, ¿Trayendo una multitud furiosa con antorchas y tridentes?, sé realista, Sakura. Naruto podría tomarlo casi normal si...
—¡Esto que me pasa no es normal! ¡Tú no eres normal! ¡Hinata tampoco lo es! ¡¿Cómo esperas que él lo entienda?!
—Sakura, él...
La frase quedó desvanecida, cuando un grito estridente y atemorizado proferido por Naruto sonó desde la sala.
—¡¿Ves a lo que me refiero?! –rezongó la joven de pelo rosa, pasando por un lado de Ino y bajando airosamente los escalones.
La rubia le siguió, quedándose inmóvil al filo de la mitad de la escalera, igual que su amiga. Las luces del comedor y del pasillo comenzaban a fluctuar erráticamente y dos de las ventanas de la sala comenzaron a abrirse y cerrarse como si tuviesen vida propia.
No, eso no era nada bueno. Tampoco la peculiar escena en el medio de la desprolija sala. En el extremo cercano a la escalera, Naruto parecía a punto de desmayarse, profiriendo toda clase de exclamaciones entrecortadas y señalando nerviosamente hacia una Hinata más aterrada que él, con los puños compungidos y cerrados ocultándole el rostro... mientras que la casa cimbraba en consecuencia a ello.
—¡¿Naruto, que es lo que está pasand...?!
—¡SAKURA-CHAN! –Naruto corrió al borde de una histeria estruendosa hacia ella, le tomó fuertemente de un brazo mientras el otro seguía señalando a la asustada y traslúcida Hyuuga—¡La... la chica... ella! ¡Es... es... un...!
—¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! –Hinata clamó desaforadamente como si las palabras fuesen alguna especie de mantra. Ahora las cortinas también ondeaban junto al vaivén de las ventanas—¡No quería asustarte! ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón!
—¡Hinata-san, cálmate por favor!—ahora Lee se había sumado a la escena, sacando medio cuerpo a través de la pared que dividía la cocina de la sala—¡Hinata-san!
—¡FAAANTAAASMAAAAS! –Naruto gritó más fuerte al verle a él. Corrió hoscamente por las escaleras hasta el quicio de una puerta.
Una mano helada le asió del hombro y un aliento escalofriante pasó detrás de su nuca.
—Oh que bien... ¡Justo a tiempo para la hora de la cena!–Sai tomó al despavorido Naruto por el cuello y su sonrisa amplia rebeló descaradamente el filo de sus colmillos—Humm... aderezado con miso-ramen, no es mi favorito pero comida es comida... ¡Itadakimasu!
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Being Human
ParanormalADAPTACIÓN/ Ino Yamanaka y Sakura Haruno son dos jóvenes aparentemente normales que comparten casa y trabajan en el mismo hospital. Lo único anormal es que Ino es una vampiresa y Sakura una mujer-lobo. Además hay otra inquilina: Hinata, una jóven fa...