Capítulo 5

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-¿Cómo has sido capaz de hablarle así?

-Se lo merece, no ha actuado maduramente.

-Ella no se merece nada de eso, te juro que no se que te pasa, amigo. Nunca te he visto así.

-Me enciende cada vez que está con alguien más.

-¿Y acaso esta contigo?

-No.

-Pues piensate un poco las cosas.

Raúl agarró un paquete de tabaco y salió fuera, la situación entre sus 3 amigos pudo con él.

Renato.

Me desperté buscando la bella figura a la que di las buenas noches hace unas pocas horas.
No estaba.

Mis ojos viajaron por toda la habitación buscando indicios de su persona, nada. Me levanté con cuidado, aun seguía mareado por culpa del alcohol la noche anterior.

No se qué pasó. Perdí la cabeza por completo, le había besado el cuello dejando incluso marcas en su piel. Olía tan bien que me permití quedarme unos segundos más pegado a esa parte del cuerpo de la chica. Su perfume Dior estaba mezclado con el olor al vodka que había estado bebiendo. La música estaba alta y las cantidades ingeridas de alcohol se hacían notar en todos los presentes. Me habló con esa sensualidad poco controlada y me encendí instantaneamente.

Verla besar a Álvaro me hacía estragos en la cabeza, no iba a poder controlarme mucho más. Más tarde la vería bailar con su acompañante antes mencionado mientras me lanzaba miradas pícaras. Busqué sus ojos repetidamente hasta que supe que la perdí. Él me ganó. Me fui para fumarme el último cigarro de uno de los paquetes que compré hacía dos días.

Cuando volví ya no estaban. Y hasta la salida del local no pude disfrutar de nuevo con su belleza, me di cuenta, era casi imperceptible, pero llevaba el vestido un poco abierto por la cremallera y las costuras de los lados estaban levemente descolocadas. A su lado, Imantado salía con una marca en el cuello. No sé qué había pasado, pero me temía lo peor.

Tuve que quedarme con Axozer porque se había caído al intentar salir del coche, yo iba medianamente decente por lo que me ofrecí para ayudarlo.

-Por favor, vete ya, puedo solo. Ya soy mayorcito.- Axozer miraba con cara de pena, la cabeza roja por el hielo.

-Si te caes es tu puto problema. Me voy, tengo sueño.

-Buenas noches.

Me adentré en la habitación, solo pensaba en acostarme, empecé a desabrocharme los zapatos, y la escuché.

Carraspeó suave pero lo suficiente como para yo poder escucharla. Me giré y frente a mi estaba la figura de la mujer que me volvía loco, de espaldas a mi, su tatuaje de un dragón a lo largo de su columba vertebral hizo volar mi mente a otro lugar.

-Perdóname, ya me voy, no sabia que te estabas cambiando.- Me levanté, no pensaba ser yo quien irrumpiera en su privacidad, por más que quisiera arrancarle el vestido.

-No. Ayudame con esto.

No se si pedirte perdón por si he hecho algo mal o darte las gracias, Señor.

Me acerqué lentamente. Mi mano acarició su espalda fingiendo buscar su cremallera, quería ir con suavidad, pero mi instinto pedía lujuria, y no me demoré en desabrochar el corto vestido y lo dejé caer, pero no dejé de mirarla, estaba desquiciando. Mis ojos se pararon en la marca que horas antes dejé en su piel.

𝔇𝔢𝔰𝔢𝔞𝔪𝔢 (Reborn/Imantado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora