𝔇𝔢𝔰𝔢𝔞𝔪𝔢 (Reborn/Imantado)

Capítulo 16

-¿Álvaro?

-¿Qué pasa Emma? ¿Estás bien?

Ella estaba sin palabras.

-Si, claro, solo que no te esperaba.

Por fin movió su cuerpo para acercarse hacia él.

-No me perdería tu cumpleaños.- Él habló con una sonrisa mientras disfrutaba del abrazo de la chica a la que tanto quería.

-Es una coincidencia, justo Reb vino hoy.

La sonrisa del chico se esfumó.

-¿Pero está aquí?

Emma.

-Madre mía tía, menos mal que has contestado.

Estaba susurrando al teléfono, había dejado a los chicos solos en el salón, yo estaba en mi habitación con la puerta cerrada, ¿dónde me estoy metiendo?

-¿Qué pasa? Estoy en directo.

-Lo que pasa es que yo pensaba que cuando me fuera de Ibiza todo iba a ser más fácil, tu misma lo dijiste.

-¿Ha pasado algo?

-¿Que si ha pasado algo, Gema? Dios mío, los tengo a los dos en el salón, los he dejado solos porque he entrado en pánico.

-¿Cómo? Emma, ¿qué has hecho?

-Yo nada, me encontré a Reb esta mañana en el supermercado, dijo que vino por mi cumpleaños. Tía nos hemos duchado juntos y nos estábamos comiendo las bocas hasta hace 15 minutos, pero llegó Álvaro de sorpresa también por mi cumpleaños cortándonos todo el rollo cuando llamó al timbre, ¿¡me puedes decir qué coño hago!?

Mi voz quería salir en un grito, hice el amago hablando con desesperación aún susurrando.

-Pero vamos a ver Emma, ¿no habíamos dicho contacto cero?

-Pues contacto cero poco si soñé que me tiraba a Iman y además casi lo hago con Renato.

-¿Como que...?

-No es momento de contarte mi sueño.- Le interrumpí, estaba muy desesperada.

-Mira, mételos a los dos en el cuarto de invitados y tú solo intenta aclarar tu mente esta noche, no será tan complicado.

-Confío en tí. Te dejo, luego te cuento.

-Chao preciosa.

Colgué.

Me había metido en un berenjenal pero de los gordos. ¿Qué hago con los dos tíos que me hacen volar las hormonas en mi propia casa a la vez? ¿Se supone que deba marcarme un trío o cómo?

Respiré, intenté relajarme.

Busqué desesperada por toda la habitación algo que pudiera salvarme de aquella situación.

-¿Un monopoly?

-Emmm... Emma, no se yo si es lo más indicado.

-Si, es lo indicado. Soy la anfitriona, tengo que asegurarme que os lo pasáis bien.

Estaba segura que mi cara era un cuadro. Entre ellos dos se miraron.

-Emma, tenemos que hablar.- Esta vez fue Álvaro quien habló.

-No, no hay nada que hablar.

-Sí. Emma, estábamos apunto de acostarnos hasta que ha llegado Álvaro.

Me quedé paralizada, ¿habían estado hablando de esto mientras yo no estaba?

-Hay que aclarar las cosas.