Capítulo 7

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Álvaro.

Yo conducí en el camino de vuelta a la casa, habíamos dejado a la pareja en el hospital y la malagueña a mi lado miraba el paisaje frente a nosotros. Aún era de noche y había poca gente en la carretera. La música sonaba suave dando un ambiente íntimo pero no incómodo a la escena.

Pensaba en las palabras que dijimos hacía una hora, antes de que Raúl insistiera en que volvieramos y descansaramos, a la mañana siguiente ellos pedirían un taxi para volver. Me dolía más lo que nos dijimos que el estar volviendo de un hospital en nuestras ansiadas vacaciones, no habíamos discutido, pero sí nos habíamos prometido ir lento con lo nuestro. La quería demasiado y no me permitiría hacerle daño nunca. Las palabras de Reborn habían calado en ella y la estaban hiriendo, en parte lo entiendo, también me habría puesto celoso, pero de ahí a insinuarle algo que no era, había bastante.

Aparqué frente la puerta exterior de la casa.

-Date una ducha y relajate, si necesitas algo cuenta conmigo.

-Te necesito a ti a mi lado.

No podía decirme eso, me había hecho una promesa a mi mismo de que no haría nada.

-Por favor.- Hizo un puchero mientras me miraba con pena.

-No voy a ducharme contigo.- Y no es que no lo deseara, joder que si lo hacía.

-No te pido que te duches conmigo, solo quiero que te quedes conmigo en el baño mientras yo me ducho, no mires, hablamos y cuando salga si quieres te vas.

Me estaba pidiendo demasiado, pero quien era yo para decirle que no a la niña de mis ojos.

-Vale, pero no dormiremos juntos.

-Eso lo has supuesto tú, yo no dije nada de dormir juntos.- Sonrió y me dio miles de años de vida.

-Vamos anda.

Salimos del coche, rodeó el mismo y enganchó su brazo al mío como ella siempre hacía. Subimos las escaleras en silencio, ella entró a su habitación. Pude ver como Axozer seguía dormido en la cama de su amiga tal y como ella lo dejó.

-Vamos a tu baño, el niño esta dormiendo aquí.- Susurró medio riendose.

-Vale, coge todas tus cosas.

Entramos a mi habitación, dejo su pijama y sus pertenencias en mi cama, bien colocadas, como a ella le gustaba y entró al baño conmigo detrás.

-Ahora si te pido que no mires.

Me giré quedando de frente a la pared, no iba a mirarla.

Abrió el grifo y se adentró en la ducha, cuando escuché la cortina cerrarse me avisó con un "ya" y me giré.

Hablamos de todo, hasta de lo bien que olía el champú que compró en tamaño pequeño para el viaje pero que necesitaría más.

A la hora de salir repetimos lo mismo, yo me giré, ella salió, no miraba.

-Pásame la toalla porfa.

Mierda, la puta toalla.

Abrí los ojos y busqué con la mirada la dichosa toalla. La cogí y me volví a girar hacia ella aunque con los ojos exageradamente cerrados.

-Puedes mirar, no hay nada que no hayas visto ya.- Su voz tenía ciertos tonos cómicos, quería ponerme a prueba.

-¿Me estás poniendo a prueba?

-Puede.- Ahora sonaba suave, seria y dulce.

Pero, ¿que quería probar? ¿Si era capaz de resistirme y no abrir los ojos? ¿O si podia verla desnuda sin delirar y lanzarme hacia ella?

𝔇𝔢𝔰𝔢𝔞𝔪𝔢 (Reborn/Imantado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora