𝔇𝔢𝔰𝔢𝔞𝔪𝔢 (Reborn/Imantado)

Capítulo 13

-Mi gente, hoy hay Spain, por fin, tras una semana diciendolo.

El chat se volvió loco. Había estado esperando a que Imantado llegara a Madrid tras la boda de sus familiares. Lo habíamos pasado muy bien, pero ya llegó la hora de su partida. No quería rolear todavía, no por nada, sino porque queríamos volver por todo lo alto.

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Me encontraba en una habitación de paredes blancas, frente a mí una mesa y una silla al otro lado, miraba la hora mientras me tomaba mi tercer café del día.

La puerta se abrió para dejar ver a un encapuchado sujetando un hombre con un saco en la cabeza.

-Soltadme panda de inútiles.- Ya echaba de menos su agradable voz, nótese la ironía.

El encapuchado dejó al mayor en la silla frente a mi y salió de la sala.

Me levanté lentamente para posicionarme tras él y le quité el saco. Pareció estar un rato intentando acostumbrarse a la luz.

-Buenas tardes, Jack Conway.- Me senté frente a él volviendo a dar un sorbo a la bebida.

-¿Helena?

Esperé a tragarme el líquido antes de hablar.

-Oh, no, por favor, llámeme Valeria, estamos en confianza super.

-¿Qué cojones está pasando?

-Pues mira, pasa, que estamos hasta los cojones de tus jueguecitos. Si sigues así no podremos encubrirte mucho tiempo mas, viejo.

-¿Qué mierda hablas?

-Para ponérselo más facil...- Miré en dirección al cristal a mi izquierda, no dejaba ver a través de él.- Gonzalito, Gustabín, ¿por qué no saludáis a nuestro ansiado invitado?

Los antes mencionados entraron a la sala, uno sentandose a mi lado y el otro quedándo de pie al otro.

-Hola jefe.

-Joder, la que me estáis liando.- El mayor de todos habló con desprecio y cansancio.

-Tienes al puto Freddy mareado, a la puta comisaría, y lo peor de todos, a nosotros, todos nosotros.- Marqué énfasis en la palabra "todos"

-La puta CIA, no me sorprende.

-Mire, déjese de jueguecitos, lleva días haciendo el imbécil, cargándose a civiles... Nosotros ya no podemos seguir cubriendote. O colaboras, o dejamos de ayudarle con el tacataca abuelito.

Mi voz salía ruda, era la única que hablaba, los demás se mantenían callados.

Noté un movimiento raro en él, movía el brazo como buscando algo. No me dio tiempo a ordenar a Gustabo, el cual estaba más cerca del de camisa cuando Conway sacó su pistola apuntándonos a los tres. Los muy imbéciles no le habían quitado la reglamentaria.

Saqué con agileza la pistola de mi cinturón apuntando al mayor.

-Señorita Dust, si no fuera porque ahora mismo es mi enemiga realmente me sentiría atraído por usted, esos pantalones le quedan de muerte. Pero no soy un puto plancha bragas.

-Baja el arma.

~¿Hablaba Conway o Reborn?~

-No. Me voy a ir de aquí y esta conversación no la hemos tenido.- Se acercó a paso peligroso hacia mi y me colocó la pistola en la frente.

-Esta conversación es por usted, por su bien.- No titubeé a pesar de tener el hierro en mi cabeza.

-He dicho que me voy.