Capitulo 15. Venus: Justo así es perfecto.

79 12 0
                                    

Muchas cosas están pasando en Puente Celest, el pueblo más tranquilo del país Mistermed, ahora se convirtió en una terrible zona llena de tragedias e incertidumbre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Muchas cosas están pasando en Puente Celest, el pueblo más tranquilo del país Mistermed, ahora se convirtió en una terrible zona llena de tragedias e incertidumbre.

La muerte de la señora Marcia, las desapariciones, que me atacarán en el bosque y la extraña actuación de mi mejor amigo Tony hacen que no deje de preocuparme.

Dejando a un lado que todos esos pensamientos negativos se nublan con la sola presencia de Cedric. Él definitivamente me hace sentir como si nada de lo que pasa me afecta.

Aún estoy en shock por ese beso ¿Desde cuándo me atraen los chicos malos de chaquetas de cuero y con miradas misteriosas? Me desconozco.

Siento que tal vez todo esto está sucediendo muy rápido, o quizá tengo miedo de aceptar que ese beso me encantó más de lo que debía y que realmente me gusta demasiado Cedric.

En eso mis pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de mis padres a la casa. Bajé rápidamente hasta llegar a la sala, sus rostros se veían muy decaídos.

—Mamá, papá... ¿Ya terminó todo?

—Así es. — afirma mi padre, tomando asiento en el sofá de la sala.

—Aun no puedo creerlo, todo pasó tan rápido. —comenta mi madre cabizbajo.

— ¿Quieren café o agua? — les ofrecí yo intentando animarlos un poco, cosa que parece imposible debido a la situación.
—Yo iré a cambiarme para continuar con mi trabajo. —confiesa mi padre.

— ¿Irás al trabajo? — pregunté yo desconcertada. — deberías descansar hoy.

—Hija, las cosas están terribles afuera, no puedo descansar aquí sabiendo que afuera existe un peligro desconocido. Sea un animal o alguna clase de asesino serial... Debo irme.

Yo no estoy segura del todo de contarle lo que pase en el bosque, decirle que quizá estuve frente a ese hombre, que me atacó y probó mi sangre como si fuese lo más delicioso... No puedo atreverme a contarle que no hice caso y estuve por morir.

—Deberías descansar un poco— Advirtió mi madre.

—Debo encontrar otro empleo— comente.

— No pienses en eso ahora. Ya encontraremos una solución. —Me da un beso en la frente y se marcha a su habitación.

Yo asentí, es más que obvio que no estamos en el momento para hablar de nada aun, ignorando el hecho de que mi madre invito a Cedric y a sus padres quienes no he visto nunca. Mi teléfono comenzó a vibrar, por un momento pensé que sería Beca, luego de tantos días sin saber de ella quizá se enteró de la noticia. Subí las escaleras para contestar en la privacidad de mi cuarto. Para mi lamentable sorpresa solo es Tony. No dude en rechazar la llamada, ¿Qué le hace pensar que luego de eso correré a contestarle como siempre? Ese beneficio lo perdió cuando me puso la mano encima.

— ¿Rechazaste la llamada de un chico con el corazón roto? Eso debió dolerle. —Giré de inmediato y vi que es Cedric, de nuevo se aparece en mi habitación.

— ¿Cómo rayos lo haces?
—Te encanta que aparezca en el momento indicado—dijo, colocando en su rostro su estúpida y perfecta sonrisa.

— ¿No sabes entrar por la puerta principal como una persona normal? ¿Cómo haces esto de entrar por la ventana? —murmure intentando no gritarle.

Hice una pausa para respirar profundamente, y él se acercó a mí, demasiado, pensé.

Con sus manos tomó mi rostro, acercándolo a unos milímetros del suyo. Todo se detuvo por un momento; mi corazón comenzó a acelerarse demasiado, mis manos se llenaron de sudor, y de la nada, un hormigueo recorrió todo mi cuerpo.

Corté la respiración por esos segundos. Solo podía mirar sus ojos azules; un azul claro, tan claro que podía ver a detalle todas las pequeñas figuras que suelen verse en las pupilas.

Su cuerpo se acercó al mío, a pesar de estar con mucha ropa, se sentía frío.

—Respira, Venus... —murmuró.

—Eso hago—respondí sin dejarme dominar. No podía permitir que pensara que me tenía en sus manos.

Se mordió el labio, y no apartaba la mirada de mi boca.

Yo me sentía atrapada en ese momento, el hormigueo en mi entrepierna no desaparecía, mis manos no sabían qué hacer, y yo no sabía qué hacer.


No sé si todo pasó rápido, pero en ese momento me sentía entre la espada y la pared, fingiendo que estaba enojada por la falta de información que Cedric me daba, pero la realidad es que no puedo resistirme a esto.


— Tal vez no soy una persona normal—respondió.

Solo puedo mirar sus labios, todo lo demás desaparece. Intente acercarme más a él pero se alejó justo antes de poder besarnos nuevamente.

— ¿Qué sucede? —se sentó en mi cama.

Qué demonios. Sudé por todos lados, estaba totalmente avergonzada. Ahora me sentía vulnerable y expuesta, como si Cedric hubiera leído todos mis pensamientos.

— ¿Qué haces aquí? Cedric...

—Solo me aseguro que tus heridas sanen bien.

Mis heridas hace días que estaban más que cicatrizadas, es obvio que Cedric solo busca una vaga excusa para estar cerca de mí, lo que no entiendo es ¿Por qué ese tonto cambio de actitud de ''si'' y ''no'' cuando se trata de acercarse a mí?

—Sabes que esa no es la razón, Cedric. Esto está cansándome.

Cedric se quedó en silencio, mirándome.

— ¿De qué hablas? — pregunto él.

—Vienes, me coqueteas, me besas, me alejas... ¿Qué quieres de mí? — Me acerque justo en frente de él para evitar que ignorase mi pregunta.

—La verdad es que solo quiero evitar hacerte daño, Venus. —Bajo su mirada.
—Que cliché, el chico malo diciendo que odia hacer daño. —Cruce mis brazos y me deje caer de costado en la pared de mi habitación.

Él solo negaba con la cabeza, evitando hacer contacto visual conmigo.

— ¿Qué pasa? — pregunté irritada.

— ¿Qué intentas hacer, Venus? —cruzó sus brazos mientras me miraba. Esa estúpida mirada profunda e intimidante.

— ¿Qué pretendes? —pregunte yo de nuevo.

—No lo entenderías. No podemos estar juntos—exclamo.

—Entiendo, entonces solo me usas y me seduces a tu antojo por diversión.

Él me tomo por el brazo y me llevo hasta la sala. Mi madre sale de la cocina algo sorprendida por ver a Cedric.

— ¿A dónde van? — preguntó.

Yo solo lo miré igual de confundida que ella.

Cedric la miro fijamente y le dijo:

—Solo daremos un pequeño paseo, ya regresamos.
Ella solo sonrió y nos dijo ''hasta luego, cuídense mucho''.

— ¿Qué fue eso? —Pregunté yo desconcertada. — ¿A dónde vamos?

Su mano me apretaba algo fuerte, me llevo hasta su auto y luego arranco sin darme ninguna explicación. Luego de un par de minutos en silencio solo dijo:
—En todo Puente Celest hay un lugar precioso, algo alejado del pueblo; cerca de uno de los puertos de pesquería, hay una colina perfecta donde se puede ver todo el paisaje de Puente Celest; lo frondoso de su bosque, lo iluminada de las calles del pueblo. En las mañanas grises como ahora, se puede observar toda la neblina cayendo en las montañas, se ve perfecto. Es mi espacio favorito— Estacionó el auto y nos bajamos.

—Sí que es preciosa la vista, nunca había venido aquí... Es extraño porque conozco todo en el pueblo. — confesé yo, admirando mi alrededor. — Pensé que eras nuevo en el pueblo.

—No, no realmente.

Ambos nos sentamos en el césped de la colina, mirando la preciosa vista gris y fresca del día.

— ¿No eres nuevo en el pueblo? —Tomamos asiento en el césped del lugar.

—Eres bastante curiosa. Vine aquí un par de veces.

—No lo fuera si respondieras algunas de mis preguntas. Las evades como si escondieras un terrible secreto.

—Bueno, tengo varios... —Dejo salir su clásica sonrisa burlona.

—Además, no sé cuándo bromeas o cuando dices algo de verdad.

—Solo admira el paisaje, es difícil de ignorar.


Yo regresé mi mirada a todo el paisaje, el sol no necesitaba aparecer para que el día fuese perfecto, las nubes grises hacen juego con los pinos que se ven desde lejos y las montañas bañadas de un poco de neblina. Es perfecto.


—Venus, eres increíble, preciosa, inteligente...


— ¿Pero? —Lo interrumpí.

—Déjame terminar. No puedo involucrarte en mi complicada vida.

—Eso lo debiste pensar antes de besarme.

Lo miré con algo de indignación, solo me estaba dando excusas vacías a algo que es simple, no me quedaría callada está vez.

—Solo debes admitir que no te gusto lo suficiente y listo, evitarte la molestia de tener que inventar que tú vida es tan complicada como para...

Cedric se acercó salvajemente a mí, colocó sus manos en mis mejillas mientras que sus labios tocaban los míos, robándome no solo el aliento y las palabras de la boca. También me robó un beso increíble, apasionado y que calló cualquier absurdo pensamiento de negación.

No quería despegarme de él, sus manos frías bajaron de mis mejillas a mi cintura, nos recostamos lentamente en el césped mientras continuaban danzando nuestras cabezas al mismo ritmo sincronizado para nuestro beso que parecía interminable.

Ahí mismo entregaría mi virginidad, que en ese paisaje perfecto le entregaría mi cuerpo y alma, justo ahí, en un su lugar favorito que ahora se convierte en el mío.

Nunca me había detenido a pensar cómo sería perder mi virginidad, pero justo así está perfecto.

Venus, bajo su influencia. ©(Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora