Mi madre entro a mi habitación, me encontró acostado en la cama, viendo al techo.
— ¿Discutiste con Rebeca?
— ¿Rebeca vino acá? — pregunté yo confundido. Mirando a mí alrededor y buscando con mi olfato su aroma.
— Pensé que Rebeca se había ido hace mucho tiempo. — responde mi padre el cual llega a mi habitación. La había conocido hace mucho tiempo, cuando ella y yo éramos más unidos.
— ¿Qué hacía aquí? — pregunté.
—Pues vino a buscarte, ¿No la viste?
—Yo no estaba aquí, estaba en casa de Venus. — confesé.
—Ah, pues no duró mucho, se marchó cuando no te vio, supongo. De seguro te busca por el bosque.
Yo me quedé pensando, ¿Qué querrá ella de mí? Hacía tiempo que no pisaba mi casa.
—Iré a buscarla, quizá necesita algo. — respondí, me despedí de mis padres y me marché al bosque.
Intenté seguir el rastro de su olor, Rebeca Ferries siempre huele demasiado a perfume de vainilla, es fácil encontrarla.
La vi sentada en una roca enorme en medio del bosque.
— ¿Rebeca? — pregunté mientras me acercó.
Ella se da la vuelta a mi dirección.
— Cedric.
—Me dijeron que fuiste a mi casa.
—Así es, pero no estabas [...]
— ¿Qué quieres? — pregunté lo más seco que pude.
Ella se bajó de la roca enorme y saltó a mi dirección.
—Solo quería disculparme por la forma en la que discutimos la otra noche... No han sido días fáciles para mí, estoy muy sola, tú eras el único que me entendía.
Yo me sentí algo mal, después de todo, Rebeca y yo solo éramos buenos amigos que quizá cruzaron una línea que no podían. No debimos hacer cosas que afectarían más adelante.
—No tienes qué.
—Sí— sujetó mis manos. — confieso que te esperé muy pacientemente, el mundo suele ser frío para nosotros, no somos iguales a los humanos, y odio fingir que me encanta su apestosa comida.
— ¿Qué esperas de mí, Rebeca? — pregunté retirando sus manos de las mías.
No quiero que ella mal interprete nada de lo que yo haga o diga. Quiero mantenerme al margen de sus sentimientos. Quiero mantener el margen de todo.
—Nada, — colocó su cabello detrás— solo que regresemos a ser amigos, solo amigos.
Yo la miré fijamente. Su mirada reflejaba tristeza, pero honestamente no quiero averiguar de más. No me importa.
—Bien, solo amigos, Rebeca, nada de recordar viejos tiempos.
Ella levantó la palma de su mano.
—Lo juro, solo espero una amistad de tu parte, Cedric. Me estoy hospedando en el hotel Golden Year. Por si quieres visitarme. En la habitación VIP, solo di mi nombre y te llevarán.
Yo asentí.
—Bueno, debo regresar a casa. — afirmé.
Ella asintió, yo me marché sin decir más nada. Debe sentirse muy sola para rogarme por mi amistad, en algo tenía razón, este mundo suele ser algo frío y solitario para nosotros... Volví a pensar en Venus, ella me brindaba el calor que jamás pensé merecer. Me hacía sentir tan vivo, pero me quema al recordar como por idiota casi le arruino la vida.
Me siento como el imbécil más grande de todo Mistermed, ser un vampiro se siente ahora como mi peor castigo.
Regresé a casa, mis padres estaban de un lado a otro haciendo planes y llamadas.
— ¿Está todo bien? — preguntó mi madre, quien se acercó para darme un abrazo.
—No, nada está bien, madre...
Mis lágrimas volvieron a caer, mi padre opto por marcharse y evitar acercarse, no sé si siente culpa por mí o simplemente le avergüenza que tengo sentimientos.
Mi madre me abrazo tan fuerte como pudo, acaricio mi cabello, me dio besos en la frente. Me hizo sentir como un niño pequeño.
—Por más grande que estés o más décadas que vivas siempre serás mi bebé...
—Ya entiendo porque odias tanto ser vampiro.
—Oh no, cariño— me tomó por las mejillas y me forzó a verla frente a frente— No te atrevas a mirar con mal ojo lo que eres solo por una mala experiencia. Tarde mucho tiempo en acostumbrarme a lo que soy por muchos factores, pero lejos de eso te puedo asegurar que estoy más que satisfecha de vivir una eternidad con ustedes.
—Pensé que odiabas quien eres.
—Bueno, uno de las desventajas de ser vampiro es que sientes todo con mucha intensidad, todo lo vives al máximo; el amor, el odio, el rencor, el desespero, el hambre...
—Lo sé. Papá debe odiarme ahora. Soy una vergüenza.
—No digas tonterías. Él solo nos dio nuestro espacio, ¿Sabes cuánto tiempo me perdí de tu vida por mi época de vampira nueva desatada?
Ambos sonreímos, es inevitable, mi madre siempre encuentra la forma de animarme.
—Lo siento mamá, por tener que mudarnos de nuevo justo cuando tú estabas bien.
—No hay nada que no haría por ti. Aunque siéndote sincera, de vez en cuando siempre es bueno luchar por lo que quieres.
Yo guardé silencio. Luchar por Venus es todo lo que quiero, pero no puedo ser egoísta. Entiendo más la posición de mi padre que la de mi madre en estos momentos, mi padre cargo con mucha culpa desde que convirtió a mamá. Vio lo mucho que sufrió y él sufría con ella. Supongo que debo hacer las cosas bien en el nombre de ambos.
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Venus, bajo su influencia. ©(Libro 1)
VampireEn Mistermed, un país lleno de misterios y habitantes poco comunes; Venus cambiará su vida, una joven de 19 años se topará con el chico que le hará descubrir cosas inimaginables. Cedric; un vampiro de 180 años con apariencia de chico de 20, regresan...