Encuentro de espíritus

Capítulo 7 Sueño

Antu me llamó muy temprano ya que estoy invitada a su casa a almorzar. Es un lujo ir a su mansión como le digo, su casa es el doble de gigante que la mía, aunque mi patio es más grande que el de ella.

No tener clases, nos tiene en condiciones de vacaciones porque no hacemos nada para la escuela, estos días han sido puro ocio y nada de tomar un cuaderno o un libro. Aunque igual lo que más me cuesta es inglés, lo detesto, pero tengo el apoyo de Rankura que es muy habiloso con el idioma y me ayuda siempre con mis tareas. Mi hermano pronuncia las palabras como un verdadero gringo, ya que también tiene una banda y canta en inglés, aunque igual los video juegos han sido su diccionario como la música que escucha. Él dice que quiere ser un teacher y enseñar inglés.

Es insólito pero antes que toque la puerta, siempre la abre Antu y me dice –Sabía que eras tú. Me abraza y no me suelta por un buen rato, ya que extrañaba verme y eso que pasó solo un día. Entramos a su casa y nos encontramos con Ariadna que está bajando de la escalera, la saludo. Ella es una de las hermanas mayores de Antu, tiene 15 años igual que Rankura, nosotras pensamos que deberían ser novios, pero aún no les hacemos gancho y no los hemos presentado para que se conozcan.

En el living está el abuelito de Antu, me adora y me dice la artista. Me saluda con gran alegría. Siempre me ha dicho que debería ser su nieta también, admira con devoción a los pintores y tiene una colección de pinturas traídas del extranjero y dice que ahí falta una pintura mía. Es muy amoroso, para la navidad del año pasado me regaló un set de óleos con pinceles. Me dijo aquella vez que cuando él sepa que quiere que le pinte, me va a decir qué para que cree una obra de arte.

Antes que el abuelito de Antu me secuestre para hablar de las escuelas pictóricas, Antu me toma de la mano y me lleva rápidamente a su habitación. Le dice –Lo siento abuelito, pero con Lica debemos charlar cosas de amigas-.

-Después hablamos del surrealismo, estoy segura que le encantará Dalí- Le digo.

-Oh Dalí, gran artista- Me dice.

-Ya Lica, silencio o mi abuelo no nos dejará conversar- Dice Antu con un poco de enojo.

-Antu, hay Lica para todos- Le digo y se ríe.

Entramos a su habitación, es el doble de gigante que la mía. Es muy espaciosa y nos tiramos de guata a la alfombra con los cojines. ¿Qué era lo tan importante y urgente que tenías que contar? Le pregunto.

-Oh, Lica te vas a quedar sin palabras después que te cuente mi sueño, ya sabes que siempre se cumplen, son premonitorios- Me dice riendo.

-¿Qué soñaste? Le pregunto con mucho interés.

¡Lica soñé contigo y Mateo! ¡Ay! Fue un sueño tan hermoso. Soñé que los veía caminar por el parque Quinta Normal, en donde los árboles de otoño destacaban su anaranjado color y caían las hojas sobre ustedes. Ambos iban de la mano y Mateo te hacía danzar alrededor de él y tú bailabas tomada de su mano izquierda. En un momento él deja de caminar y te detiene frente de él y te besa. Ambos se besaban con un beso apasionado. Te juro que era una escena de película. Después no sé qué continuaba porque desperté y fue ahí que te llamé inmediatamente.

Al escuchar el sueño, me quedo en silencio y recuerdo el beso de Mateo al despedirse. -Ey reacciona y no te sonrojes- Dice Antu. –Aunque sabes, tú y Mateo hacen una linda pareja- Me dice mientras trato de reaccionar y no sé qué decir, no digo nada.

-Serían la pareja perfecta- Asegura Antu.

La miro y le digo - sabes que ayer y hoy me pasó algo extraño. Antes de despertar, en el momento que recién estoy abriendo los ojos estoy viendo a Mateo parado frente de mi cama. Cuando reacciono y abro mis ojos completamente él ya no está-.