mosquitos y luciérnagas

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Qué molestosos se volvieron los mosquitos, no se van de mi cuarto y no me dejan dormir para el día siguiente amanezca con ronchas que generalmente se convierten en moretones de tanto rascarme, pierdo la noción del tiempo a la noche y me estreso, pensando en cómo la vida tambien me lastima tanto como esas picaduras, de la piel horrenda que tengo y que no me queda más que andar por la vida con ronchas y cicatrices, que mi sangre no sirva de nada que se la tragen ellos, que soy tan intervible como para ver cómo sin intentar hacer algo me consumen, me enoja. Antes solía tener una luciérnaga, que me acompañaba cuando no tenía linterna estando perdida, se ha perdido a causa de haberla lastimado y no haberla cuidado, ahora sólo me persiguen los mosquitos para gota por gota matarme, y lo meresco.

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