bollos de papel

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Es de esos momentos fastidiosos en dónde trato de escribir y se termina la tinta, cuando ya no queda papel o cuando simplemente me quedo sin ideas, esos momentos en los que quiero apurar la historia que escribo para terminarla en vez de disfrutar el proceso, y qué lastima también saber que por culpa de esos bloqueos deba hacer bollos con el papel que me costó rellenar, de esas noches en las que pierdo horas de sueño por mejorar mis versos y palabras, para que luego me arrepienta de cada una de ellas, sé que esto es el proceso de todo poeta o escritor, pero me duele abollar las hojas, esas hojas que con un "esto no te llevará a ninguna parte" atorado en la garganta me compraron, sólo para ver qué otra locura en prosa se me ocurrirá. Es injusto ver cómo el sueño y las ideas de una simple niña no se desarrollan como el suelo que ella quería, también me pondría así si mis poemarios no fueran reconocidas por más personas, y le pido un sincera perdón a esos años de imaginación y gasto de hojas, perdón a esos portales dimensionales y a los poderes sobrenaturales que podían aplastar una lata de gaseosa con sólo la mirada, perdón a Holly, Channel y Miley por no haber contado su complicada historia y a mí misma por no lograr la capacidad de intentar relatar. Quizás nunca serví exactamente para el teatro o para escribir novelas, quizás mi futuro no está en fingir sollozos ante las cámaras o hacer trilogías como cómics, quizás tampoco está en hacer poemas para luego convertirlos en canciones que no riman, tampoco en mirar las estrellas y armar constelaciones o querer viajar por los anillos de Saturno. Quizás nada de eso que imaginaba de niña no exista en unos años, pero viviré en Saturno con mis poemas, seré vista por cámaras con la poesía y tocare acordes mientras creo versos que no riman, porque conocí que soy parte de esta especie de los poetas, no fue fácil para mí, pero aquí pertencezco, y las caídas siempre serán el ejercicio que agrande mis músculos para escribir. No llores, mi pequeña niña de 7 años con una imaginación como la vía láctea, esas historias que creabas con tus sueños de base me convirtieron en esto, quizas no esté tan orgullosa por expresar mi locura, pero el mundo lo está al saber que todo lo que dice un borracho es verdad, tus ganas extrañar de vengar a la gente con trastornos y los manicomios, esa locura cromática de la nube en la que vivía, reflejando el rechazo de la sociedad hacia mi por mi retorcida mente en esas historias, perdon por no haberte honrado, tengo envidia de la capacidad de desarrollar historias fantásticas que podrían haber Sido best-sellers, pero ahora estoy aquí queriendo dejar de tenerme odio cuando me bloqueo, es parte de crecer como escritor, quitar bollos de papel en mi cabeza hace que con las palabras que nacen escriba por las paredes, y dejé de hacer lettering para hacer graffitti por amor, las cosas cambian, y para ello también hay que dejar de archinar para tirar a la basura, es mucho más saludable que respirar aire contaminado.

Vivo En Un Cumple.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora