Capitulo 6

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Capitulo 6

—¡Claro! —dije para mí misma, mientras la realización me golpeaba. —Scarlet. —Razoné por un momento. —¿Cómo no iba a ser Scarlet su novia? ¡Era obvio!

Me dirigí hacia los bancos del patio, dejando escapar un suspiro cargado de pensamientos confusos. El beso de la noche anterior seguía resonando en mi mente, y acaricié mis labios con una mezcla de decepción y tristeza. Mi corazón latía con fuerza, y la presión en mi pecho se hacía cada vez más palpable.

Cerré los ojos por un momento, tratando de encontrar algo de calma en medio del torbellino de preguntas y dudas que me asaltaban. La idea de Andrew con Scarlet me llenaba de inquietud.

Andrew, levantó la mirada y vio a Rose sentada en un banco solitario, apartada de la multitud.

—Ve al grano. —interrumpió a su hermana.

Scarlet, con una mirada llena de desagrado y decepción, apartó la mirada de su hermano. Sus ojos reflejaban enfado mientras daba un paso atrás, alejándose lentamente de él mientras caminaba hacia sus amigas.

Andrew encendió un cigarro, dejando que el fuego iluminara su rostro, mientras exhalaba el humo lentamente. Sus ojos se entrelazaron con los de Rose en una mirada intensa, y con un gesto de frustración, arrojó el cigarro consumido con violencia al suelo.

Se acerco a Rose.

—Hola. —dijo Andrew con una sonrisa cálida, mostrando unos encantadores hoyuelos que hicieron que su expresión fuera aún más sincera. Levantó la mano en un gesto amistoso mientras se acercaba.

Yo pestañeé rápidamente varias veces, sintiendo cómo mi corazón latía con fuerza mientras dejaba escapar un suspiro silencioso. La calidez de su saludo contrastaba con el frío que sentía en mi interior.

—Hay algo que necesito contarte. —Mi voz tembló ligeramente al pronunciar las palabras.

—Sorpréndeme. —dijo Andrew, con un tono relajado y una expresión de anticipación.

—Sorprendido te vas a quedar. —Solté un largo suspiro, intentando liberar toda la tensión acumulada. Me acomodé al lado de Andrew, dejando caer mi peso sobre un costado mientras apoyaba mi rostro en mi mano.

El cabello negro como la noche de Rose caía en cascada sobre su hombro, formando ondas sutiles que se mecían con la brisa ligera de la tarde. La luz del sol destacaba matices azabache en su melena, revelando un brillo sedoso. Sus ojos, profundos y expresivos, brillaban con una mezcla de nerviosismo y emoción, como estrellas titilantes en la penumbra.

—¡Ven! —Andrew agarró mi mano y tiró de ella con fuerza, sus dedos se entrelazaron con firmeza con los míos.

—¿Qué ocurre? —pregunté, tratando de mantener la calma mientras mi mente se llenaba de preguntas.

Andrew me guió hacia un rincón apartado del instituto, donde se encontraba un oscuro y polvoriento sótano. La luz natural apenas penetraba a través de las pequeñas ventanas en lo alto de la pared, creando una atmósfera misteriosa y un tanto inquietante. El aire estaba cargado de un olor a humedad y tierra, y las sombras danzaban en las paredes.

Me detuve en el umbral del sótano, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión. Andrew se quedó en el centro del lugar, mirándome con una chispa juguetona en sus ojos. La tensión en el ambiente parecía aumentar con cada segundo que pasaba, y la sensación de incertidumbre se hacía más palpable.

—¿Qué estamos haciendo aquí? —pregunté, mi voz resonando en el espacio vacío mientras me acercaba a él.

Andrew mantuvo su mirada fija en mí, la chispa en sus ojos creciendo más intensa.

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