VISTA AL MAR | Enzo Vogrincic

Capítulo Veintiocho

– ¿Ya empacaste todo? – me preguntó Cami desde la entrada de la casa.

– Sí – le dije –. Ya está todo en el auto.

– ¿Segura que no falta nada? ¿Revisaste dos veces? – repitió y yo suspiré.

– Segurísima – le dije mientras cerraba el baúl con fuerza.

Enzo se acercó a paso lento, su pelo estaba despeinado por la mañana y debajo de sus ojos había un pequeño rastro de sueño. Llevaba puesta una remera negra básica y una bermuda de jean descosida en los bordes. Me sonrió con sus ojos cansados por no dormir la noche anterior.

– Esta semana voy a estar muy ocupado – dijo –. Tengo mucho trabajo y entrevistas planificadas.

– Oh –. Fue lo único que salió de mi boca.

– Prometo que apenas me libere te llamaré – dijo.

Asentí con la cabeza y él me atrajo a su cuerpo, uniéndonos en un tierno abrazo. Me besó la coronilla y acarició mi cabello.

Nos despedimos de Saulo y de Enzo, subimos al auto y arrancamos viaje de camino al hotel. El día estaba nublado y la brisa fresca, lo que era una bendición después de días insoportables de calor.

– ¿Te gustó? – me preguntó Cami desde el asiento del copiloto –. El viaje en sí, estar con los chicos…

– Sí – admití –. Disfruté bastante. ¿Vos?

– Lo amé, me divertí una banda. Nunca me había cagado tanto de la risa.

– Son buenos chicos… Saulo es un buen chico, aunque al principio no me haya caído bien.

– Sí, todavía no puedo creer que vamos a seguir viéndonos – dijo ensoñada mirando por la ventanilla –. ¿Y Enzo? ¿Qué pasó con él?

Sabía que esa pregunta le quemaba la garganta desde que nos subimos al auto, que tarde o temprano llegaría.

– La pasamos muy bien, y me gusta de verdad, mucho – comencé –. Pero todavía tengo dudas sobre si va a funcionar. Lo estoy intentando, quiero intentarlo.

Cami no habló ni respondió por lo que dije. Ella lo sospechaba, sabía cómo era yo.

– Todavía nos queda esta semana – continué –. Hay muchos lugares que no hemos conocido.Todavía nos queda para disfrutar antes de volver. O… podemos quedarnos en el hotel.

– Hay muchos lugares que tengo ganas de conocer – dijo —. Pero alrededor de Montevideo.

– Sí – dije –. Que no sea muy lejos por favor te lo pido. El otro día hicimos cuatro horas de viaje para quedarnos la mitad del tiempo.

Cami río al recordar cuando fuimos a Cabo Polonio.

– Sí, pero valió la pena Ro.

– Obvio que valió la pena, pero la NAFTA está cara.

El motor del auto hacía más ruido que cinco licuadoras juntas, pero no sé rompió. Cargamos combustible en una estación cerca de un pueblito llamado La Paz y continuamos por la ruta.

El viaje resultó tranquilo y casi ninguna habló. Ambas estábamos realmente cansadas pero al mismo tiempo contentas. Esa misma sensación de nostalgia que había sentido volvió a mi mente, habían sido dos días soñados al lado de nuevos amigos y amantes. Era esa sensación de no querer irse del lugar y vivir para siempre entre esos recuerdos.

Llegamos al hotel en la siesta y directamente nos fuimos a la cama. Extrañé las sedosas sábanas y la comodidad del colchón. Las cortinas se movían por la fresca brisa que entraba por la ventana. Parecía que nunca nos hubiéramos ido, porque cada cosa estaba en el mismo lugar.

Escuchaba los ronquidos de Cami al otro lado de la habitación. Me dió ternura ver a mi amiga así, descansando como nunca antes. Cerré la puerta y volví a mi cuarto.

Mi celular vibró dentro de mi pantalón y lo primero que pensé fue que era Enzo. Desbloqueé la pantalla y miré las notificaciones. No era él, pero sí había un e-mail que estaba esperando. Lo abrí para leerlo:

Guión de “Misterio de Tango”

Nos comunicamos para avisarle que ya tiene disponible el primer guión de la próxima película de Campanella “Misterio de Tango”
La audición se realizará dentro de dos semanas donde tendrá que preparar su personaje para presentar su actuación.

La adrenalina recorrió mi cuerpo y empecé a saltar por toda la habitación como si estuviera loca. Pronto audicionaría para mi primera película, no podía creerlo. El corazón me latía más rápido que lo que se mueve un tren bala, y mi cuerpo tiritaba de alegría. Era mi sueño, y se estaba cumpliendo.

*

Hola gente linda! Cómo andan? Acá les traigo el nuevo capítulo! Disfruten y denle amor!