Prólogo

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Era uno de los días más fríos del mes de diciembre. Seul se estaba sumergiendo en apenas una oscuridad teñida de blanco, y del cielo caían finos copos de nieve. La gente andaba por la calles sumamente abrigada, mientras hacían las últimas compras para la Navidad.

Los caminos eran despejados con grandes máquinas, amontonando la nieve a los
costados y librando el paso para los automóviles.

Los negocios cerraban pronto. Los supermercados anunciaban que debían hacerse las compras con anticipación porque cerrarían antes de las 10pm.

Los centros comerciales estaban abarrotados de personas, lo olores se multiplican por miles. Ansiedad, estrés, felicidad, todo un cóctel que podría marear hasta al alfa más fuerte.

Las familias estaban reunidas en sus casas con la calefacción encendida, el interior de las casas iluminadas por luces de colores, decoraciones navideñas, altos árboles
repletos de regalos.

Para Eunbi , una alfa que cumplía años ese día, siempre fue una fecha de doble festejo, de algarabía y gozo. Las fiestas siempre eran dobles, y eso jamás le molestó. Un día con sus amigas y el otro con sus familiares. ¿Qué más podía pedir?

Pero, ese año era distinto. Cumplía 25, edad donde la mayoría de alfas estaban emparejados, o que al menos habían conocido a su alma gemela. Varios de sus
amigos habían marcado a sus omegas y hasta estaban esperando bebés.

Pero ella, seguía siendo la tía solterona a la cuál las y los omegas casi no tomaban en cuenta.

¿Acaso no servía para proveer a una familia?

Desde que fué catalogada como alfa, a los 15 años, soñó con encontrar algún omega, hombre o mujer, con quién pasar el resto de su vida. Marcar a ese alguien, y esperar con ansias el momento en que sus hijos llegasen,  pero los años pasaban, y ella cada vez estaba más solitaria.

Sus celos los habían pasado sola, asistida algún amigo o alguien enviado por su propia madre.

Su padre, el señor Hwang, un alfa, CEO de Hwang  Enterprise.

Una cadena multinacional de tecnologías que proveía a grandes empresas. Ella
tenía un máster en robótica, y ocupaba el puesto del alfa cada vez que éste debía salir del país, las que eran bastantes.

La mansión de su familia estaba en un área residencial de Gangnam, y ahí vivía con sus padres y sus hermanos.

Iban a ser las 5pm, cuando el timbre su casa sonó. Cómo tenían pocos empleados, y todos estaban en sus hogares para celebrar las fiestas, fue ella quién abrió para recibir a las visitas. Ni bien abrió la puerta sintió el aroma de sus amigas. ¿Cómo no reconocerlos después de tantos años?

Cabe destacar que su familia se destacaba por ser austera, detestaban el alarde que personas de su círculo social hacían. El señor Hwang, en una ocasión,despidió a su jefe de personal, cuando lo encontró maltratando a un pobre omega que hacía meses había empezado a trabajar en la empresa, alegando que jamás permitiría esa clase de situaciones en su empresa. Toda su familia era igual, desinhibidos y desapegados a lo material, Eunbi  se crió en ese  entorno, siendo consciente de la brecha entre Alfas y Omegas, y aborreciendo a la sociedad por ello.

No le hacía falta abrir la puerta para saber que eran Sojung , una alfa alta y con porte de modelo, y Yuna, una beta de gran estatura, aunque no tanto como Sojung y  cuerpo atlético. Las tres son las amigas que todo el mundo dejó atrás cuando formaron
sus familias y Eunbi  no podía estar más agradecida de tenerlas en su vida.

BURDEL - Sinrin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora