Capítulo 13

81 10 0
                                    

Era el tercer día que Eunbi  no asistía a la oficina y ciertamente tanto Yuna como Sojung  estaban un tanto preocupadas.

Habían recibido a penas un mensaje de la alfa días atrás, que decía no poder ir a la oficina en los próximos días, pero para ser sinceras, la beta no creía que su amiga
pudiera durar tanto tiempo alejada de la oficina puesto que si había algo que la definía era "obsesiva por el trabajo". Sí, eso encajaba perfectamente con la alfa, al menos hasta hace un tiempo.

Era por eso que ahora, a raíz de su desaparición repentina, tanto ella como su
alfa amiga y madre del grupo (por decisión unanime) Sojung , estaban tocando el timbre del penthouse de Eunbi  con la esperanza de poder encontrarla y ver si no había muerto en estos días, según palabras de la propia Yuna.

Tanto ella como Sojung estaban al tanto de Yerin, pero no la habían conocido oficialmente aún, solo la habían visto una vez, pero esa no contaba y es que Eunbi era un tanto cerrada en su vida íntima y privada, pero ellas son sus amigas y quieren, necesitan, conocer a la omega que hizo que la tsundere por excelencia diera un cambio radical en su vida.

Durante días se le quedaban mirando varias veces mientras Eunbi no se daba cuenta, la veían sonreír a la pantalla de su celular como una boba enamorada. Cortaba sus pláticas por contestar algún mensaje que suponían era de Yerin, o simplemente desaparecía atendiendo/haciendo un llamado y volvía con las mejillas coloradas y los ojos soñadores. Ninguna le decía nada, nunca.

Pero ahora, esperaban tener alguna respuesta, por mínima que sea. Iban a obtenerlas, cueste lo que cueste.

Una voz que no conocían salió por el intercomunicador. Yuna se quejaba que
tenía los dedos de la mano congelados justo en ese momento.

—¿Sí? —La voz que salió por el intercomunicador era suave a través de él.
Yuna y Sojung  se miraron, sin entender. —¿Bi? ¿Se te olvidó  la tarjeta de entrada?

Sojung  le hizo una seña con la cabeza para que la beta hablase, y la pelinegra peleó en silencio para que la otra contestara. La mayor terminó hablando resignada,Yuna nunca perdía, la muy maldita.

—Ehm, hola. No, no soy Eunbi  —contestó rápido. Oyeron una respiración del otro lado. —Somos Yuna y Sojung , amigas suyas. Venimos a ver a Eunbi .

—Eunbi  no está en este momento, disculpen —la oyeron murmurar en un tono que no supieron cómo interpretar.

Detrás suyo los automóviles pasaban y la gente caminaba sin prestarle atención alguna al par.

Ambas amigas pensaron, dudaron si deberían pedirle a la omega de una alfa, que
se encuentra sola y embarazada, que abriera la puerta a dos personas desconocidas para ella.

Antes de que pudieran decir algo, vieron que su amiga, la alfa malhumorada se acercaba con un par de bolsas en cada mano. Se quedó parada frente a ellas, cuando alzó la vista y las vio.

—Hey, chicas —les dijo, confundida. Agarró con fuerza las bolsas que se estaban en sus manos —¿Pasó algo... qué hacen aquí? —Murmuró, su mirada vagando de la una a la otra, frunciendo el ceño. —¿Sucedió algo en la oficina?

—Bi... —murmuró Yerin del otro lado. Eunbi desvió la vista hacia el intercomunicador.

— Yennie —se acercó y le habló despacio. Las otras se le quedaron viendo.

—¿Estás bien? ¿Todo bien? —Preguntó, con suavidad.

—Mhm —contestó, evidentemente más relajada. —Me duelen los pies nada más, pero estoy bien — sonó más alegre al escuchar la voz de su alfa.

BURDEL - Sinrin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora