La generación de plata (Doukoto)

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El día más feliz de una mujer es el día donde deja su confianza, amor y respeto a un hombre con el cual va unirse en cuerpo y alma por toda la eternidad.

Kotoha sabe que este compromiso no se puede romper y dañar así mismo tendrá a alguien que siempre la amara genuinamente, apoyará en todas sus desiciones un verdadero matrimonio con un verdadero hombre.

-¿Desde cuándo estaba este vestido en mi cuarto?- veía la hermoso kimono blanco tradicional

-Douma sama lo selecciono el mismo día en el que le propuso matrimonio

Algunas creyentes del rubio le estaban ayudando a ponerse las telas para su boda pequeña, pudo convencer a douma de hacer la celebración con una semana de antelación pero no pudo irse en ningún momento de su vista aparte de prometerle estar con el luego de la boda.

-(Me gustaría que estuviera aquí patrón)- su líder fue como su padre siempre pendiente de ella y feliz de tener cerca a inosuke-(No me rendiré hasta hacer justicia a su muerte)

-Mama! No me gusta la ropa- veía a su hijo tratar de quitarse la yukata azul pero era impedido por las mujeres- hace calor

-Inosuke no es tan malo te vez adorable(...a mi tampoco me gusta...)- sentía toda la espalda picando y la cercanía de las mujeres maquillando su cara la incomodaba bastante- Inosuke ¿Te agrada douma san para que sea tu papá?

-Hace feliz a mamá, yo feliz si mami lo es.

-Inosuke...- le da un cálido abrazo a su hijo conteniendo las lágrimas para no arruinar el maquillaje- hashibira inosuke, ese será tu nombre de ahora en adelante ¿Te gusta?

-¡Hasshiraba! Cómo mama

-Ah...ajajajajajaja...- aún que seguía triste ver la sonrisa de su hijo hacía valer cada mal momento- vamos hijo, es hora de continuar.

El niño toma la mano extendida por la bella novia y se dirigen juntos a la sala principal del templo, el lugar particular mente lucia hermoso con adornos cristalizados flores de distintos colores, incluso flores de loto  decoraban ese curioso estanque limpio, el ambiente estaba cómodo para ella y su hijo pero no para los creyentes que estaban temblando de frío.

-(Por primera vez no me siento mal entrando a este lugar de hecho me sorprende que sea tan bonito)- siguió su camino al lado de inosuke quien miraba maravillado los adornos en el techo-(Ha! Douma san me está viendo desde que llegué ¿Tengo bien acomodado la ropa?)

-(Es mucho más hermosa de lo que me imaginé)- Tal como la conoció una perfecta obra de arte viviente la cual se dirige a el como una liebre buscando comida-(Exquisita)

Cuando la tuvo frente a frente sonriéndole dulcemente su corazón no paro de latir y se emociono por sentir tan cálida sensación, el no se imaginaba que más podría sentir gracias a kotoha y su amo.

-(Se ve muy bien)-era poco común ver  a su prometido con ropa japonesa siempre usaba esas camisas ajustadas pero no sé quejaba de la vista en ocasiones-(nonono no pienses en eso ¿Cómo puedo pensar en algo tan impuro en este momento?)

Inosuke la despierta de su trance jalando su manga antes de irse a su asiento acompañado de un creyente así dejando a los futuros esposos en fortalecer su lazo aún que la mirada de kotoha se dirigió al obsequio bien envuelto de la mano de douma.