Capítulo 4

3.9K 471 26
                                    

⊱──────────•──────────⊰

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

⊱──────────•──────────⊰

Quizá fueron segundos, quizá fueron horas, quizá días o semanas que se volverían meses. No lo sabía.

Caminaba asustado a través de un largo túnel, apenas veía una luz proveniente del umbral al final de aquel lugar. Un poco más y tal vez terminaría por llegar a esa salida.

Sentía que llevaba demasiado tiempo allí, sus pies comenzaron a infectarse por las heridas causadas con cristales rotos que contenía la grava de ese espacio insólito. En ese momento no recordó nada, ni quien era y tampoco como llegó allí. La desesperación comenzaba a abrumarlo, el cansancio poco a poco lo debilitaba. Pero a medida que su cuerpo comenzaba a desfallecer, el final del túnel estaba cada vez más cerca.

— Draco —susurró alguien a su izquierda. Él la ignoró, oía esa voz fría demasiadas veces y por más que la buscara, nunca encontraba a la portadora.  

Siguió caminando durante largas horas interminables, tratando de recordar algo más allá de llamarse Draco. ¿Qué hechos tan horribles hizo en el pasado como para ser redimido a esa tortura?

— Malfoy —Se detuvo abruptamente. Alguien en la lejanía ahogó un sollozo, de repente su cuerpo se sacudió y giró su rostro en todas las direcciones.

Esa voz era diferente, jamás la había escuchado en tantos días atrapado allí. Cojeando se acercó hasta las paredes cilíndricas del túnel y comenzó a tantear.

Quería gritar y decirle que estaba ahí, atrapado, pero al intentar hablar solo le salían balbuceos y quejidos. Quizá en su anterior vida cortaron su lengua antes de dejarlo en ese inhóspito lugar.

— Malfoy —llamaron nuevamente.

Malfoy, él era Draco Malfoy. Sintió una enorme grieta abrirse en su cabeza, de repente un latido se instaló en esa zona. Dolía.

Esa voz era suave y cálida, diferente a todas las voces que escuchó. Al mismo tiempo percibía la autoridad en su tono, algo le obligaba a obedecerla.

— Quédate —Los susurros se hacían  lejanos, torpemente miró hacia la luz al final de túnel pensando que venía de allí—. Regresa —Su cuello viró sin aviso hacia atrás, la voz provenía de la dirección contraria: en el principio del lúgubre túnel del que se había alejado con tanto esmero,

¿Debía regresar otra vez? ¿Debía regresar sobre sus pasos y sentir los cristales incrustarse en su piel en conjunto con el deterioro de todos esos días?

— Malfoy —Se hizo un eco repetitivo de aquel apellido por todo el lugar, por primera vez en días sonrió.

Sintió que había esperanza nuevamente, quizá todo este tiempo estuvo caminando en la dirección equivocada. No debía intentar salir, debía volver con ella; quien quiera que fuera.

Hermione Granger Y La Maldición Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora